Agustín Artiles Grijalba –Champi-

De poco o nada sirve que el nadador  esté en plena forma  si cuando llega el momento preciso cometemos algunos errores que perjudican el rendimiento y alteran negativamente los  objetivos previstos. Las situaciones que a continuación enumero se producen a menudo, generalmente por un exceso de ansiedad del entrenador, tiene lugar en los instantes previos al campeonato más importante y si nos somos capaces de controlar sus efectos, pueden echar por tierra nuestras esperanzas y las del del deportista

1

Sermonear y aconsejar en exceso al nadador, justo antes de la carrera.

Has trabajado duro para llegar hasta aquí

Es la hora de la verdad.

Todo depende de esta competición

Son tan solo algunas de las frases que hemos utilizado en alguna ocasión para incitar o animar a nuestros nadadores en los instantes previos al campeonato, sin ser conscientes que en la mayoría de los casos estas arengas son innecesarias y contraproducentes, por la presión, el estrés y la confusión que generan. Sobre todo si tenemos presente que ya está todo dicho y que son momentos en el que los nadadores prefieren estar tranquilos y centrados en sus pensamientos.

2

Intranquilidad y nerviosismo del entrenador en la fase final de la preparación.

Si el nadador ha entrenado correctamente  no tienes por qué tener miedo y si no ha trabajado lo suficiente, menos todavía. Es la hora de la verdad, del talante y el empuje, ya no hay vuelta atrás y por si no fuera suficiente, miles de kilómetros avalan su rendimiento.

Evita la tentación de entrenar en demasía, de tratar al nadador como si fuera un principiante y no fuera capaz de alcanzar sus metas. Si él te ve inseguro, perderás credibilidad y de alguna manera sus convicciones se verán afectadas, lo que provocará inseguridad e incertidumbre en su confianza y autoestima

3

Realizar cambios o gestos técnicos con los que no estás familiarizado en los instantes previos a la prueba.

Es su primer campeonato Nacional de grupos de edad y aun así lleva poco tiempo nadando, observáis en el calentamiento que la mayoría de los rivales ejecutan con facilidad el batido subacuático, destreza que el nadador no domina ni ha practicado aún lo suficiente.

Te armas de valor y le incitas a imitar el gesto técnico, sin ser consciente del gran error que provocas. Nada la prueba y no solo le sacan 2 cuerpos de ventaja en la salida, también pierde una oportunidad única de cumplir su objetivo.

El trabajo ya está hecho, solo queda competir con garantías. Modificar gestos o acciones técnicas en el último momento y que no has entrenado con asiduidad no es lo recomendable. Ensayar y ajustar convenientemente pequeños detalles en las salidas, virajes y llegadas,  puede contribuir sin embargo a consolidar las metas.

4

Exceso de entrenamiento en los días anteriores al campeonato.

Habéis entrenado duro, el nadador está preparado y nada impide que logre sus metas. No temas darle descanso, permite que su cuerpo se regenere y la mente asimile y se recupere adecuadamente de las cargas de trabajo.

Cuidar la alimentación e incluir en la programación sesiones complementarias de recuperación que le permitan llegar en condiciones óptimas el día del evento y pueda rendir a un nivel superior al habitual. Mejorar el descanso y huir de los esfuerzos innecesarios que puedan influir negativamente en la preparación y dar al traste con vuestras intenciones.

5

Hacer comentarios negativos del nadador, que menoscaban su confianza

Las pruebas más importantes ya están ahí, es hora de recoger la cosecha. Si el tipo de planificación elegido fue o no el más adecuado no es ahora lo más importante, más que nunca es el momento de la confianza, de fomentar la autoestima del nadador, valorar y elogiar el esfuerzo realizado y hacerle saber que estás  a muerte con él, que te preocupas por su bienestar y que pase lo que pase estarás orgulloso de su actitud y perseverancia.

Criticar los errores del deportista no es la opción más conveniente, pero sí puede serlo proporcionarle la orientación necesaria para corregir sus fallos y valorar sus progresos. Ten en cuenta que los comentarios positivos refuerzan la confianza y mejoran el valor del nadador, motivan su rendimiento y hacen que se sienta mejor consigo mismo.

Lo principal es ser consciente de los errores, tener el valor de reconocerlos y poner los medios necesarios para que no vuelvan a producirse. El éxito final es una responsabilidad compartida y ambos debéis ser consecuentes con vuestras obligaciones y no dudar en colaborar conjuntamente, repartir cometidos, e incidir en aquellos aspectos necesarios para potenciar las prestaciones.

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http://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/11-nadadores-venezolanos-competiran-en-juegos-olimpicos-universitarios