Agustín Artiles Grijalba –Champi-
Uno de los primeros artículos del blog y de los que más aceptación tuvo, fue “El decálogo del buen nadador”. En esa ocasión, expuse algunas de las características, que a mi entender mejor definen la figura de aquellos deportistas, que con su entrega y dedicación, hacen que sus intenciones deportivas no sean una quimera. Se trata de nadadores, altamente motivados, que no necesariamente necesitan estar dotados de grandes cualidades físicas, pero que sí tienen la actitud y predisposición conveniente, para que sus proyectos deportivos, se puedan hacer realidad.
En esta ocasión, el texto describe algunos rasgos inherentes a los buenos entrenadores, aquellos que contribuyen con su trabajo, pasión y conocimientos, a engrandecer los retos deportivos de los nadadores a su cargo.
- Qué sea comprensivo y tolerante, que no olvide que además de atletas, sus nadadores son personas y que los que más les interesan es contar con un entrenador entusiasta, que les anime y les dirija a la victoria.
- Tenga los conocimientos tácticos, técnicos y físicos, necesarios para alcanzar las metas, que esté al día de los nuevos cambios en el entrenamiento y tenga el valor de aplicarlos.
- Qué aprecie tu trabajo como merece, premie tu entrega y estime tu dedicación y sacrificio. Sea apasionado y respalde al nadador en los momentos delicados, cuando todo parece más complicado.
- Acepte y entienda que los nadadores tienen también sus opiniones y que es bueno para la preparación, conocer su punto de vista, que al final puedan contribuir a lograr resultados óptimos.
- Neutral y honesto en sus decisiones, que no se deje llevar por favoritismos incontrolados y, que a pesar de las diferencias individuales, sus resoluciones sean las apropiadas
- Qué instruya, aconseje y guie al nadador hacia sus objetivos y aporte los estímulos apropiados para ilusionar y mejorar el rendimiento de sus pupilos.
- Tenga todo controlado y no deje margen a la improvisación, pero a su vez, muestre la flexibilidad necesaria para cambiar de opinión, si fuera necesario o beneficioso, para el buen funcionamiento del grupo. Y del rendimiento de sus nadadores.
- Transmita seguridad, confianza e ingenio, para obtener el máximo provecho de las facultades de cada uno de sus nadadores. Qué domine y sepa aplicar las estrategias de motivación y entrenamiento necesarias para impulsar la preparación y sorprender a los rivales, cuando menos lo esperan.
- Tenga las intenciones claras y sepa transmitir credibilidad y confianza. Qué sea optimista y vehemente en sus intenciones , ponga todo su interés en conseguirlos y siempre tengas la sensación y tranquilidad de que lo que dice, sucederá
- Meticuloso e ingenioso en los pequeños detalles, que al final cuenta. Qué sepa corregir los errores técnicos y se preocupe por tu bienestar.
Las anteriores peculiaridades son tan solo algunas de las muchas aptitudes, que en mi opinión, caracterizan el comportamiento de los más destacados entrenadores. Por supuesto, no son las únicas, hay muchas más y todo dependerá de la opinión y preferencias de cada deportista.