Agustín Artiles Grijalba – Champi-

Me ocurre a menudo y no sé porque motivo, Madrid, Las Palmas, Almería, Ciudad Real, no importa donde me encuentre, mis recuerdos exprimen mi mente y en fechas tan señaladas, se hacen más intensos. Desconozco las razones, quizá sea nostalgia de vivencias pasadas, pero necesito hablar de mis nadadores, de mis compañeros, los técnicos y contar sus experiencias. Quiero agradecerles su fidelidad, cariño y entusiasmo. Si importante son las marcas de nuestros nadadores, también lo son sus experiencias sus inquietudes, su capacidad de sacrificio y autocritica.

Los entrenadores hacemos los que nos gusta y tenemos la oportunidad de  vivir experiencias únicas que muchos no alcanzarán ni a soñar. Los atletas son unos fenómenos, que eligieron compartir con nosotros su juventud entre corcheras. Ellos son los verdaderos protagonistas, los amos de la película. Sí, héroes, porque hay que serlo para pasar tantas horas curtiendo su cuerpo y mente, sin otra satisfacción que la superación personal, sobrellevar la dictadura del cronometro y en muchas ocasiones, la mala uva del entrenador.

A todos mis chicos a los que tuve el privilegio de entrenar en alguna ocasión, a nuestros rivales, que sacaron lo mejor de todos nosotros, os envió un fuerte y sincero abrazo y os deseo unas felices fiestas navideñas. Me encantaría estar con todos vosotros, sois mi mayor recompensa y os estaré eternamente agradecido.

Os quiero

Permitidme también, que tenga un recuerdo especial hacia Isabel Martín Crespo, compañera y amiga, que se marchó para siempre, un día de Navidad, de hace cinco años. Referente destacado de nuestro deporte y trabajadora incansable de nuestra asociación de entrenadores, a la que quiero y aprecio y, que su memoria y carisma, difícilmente se perderá en el olvido.

A ISABEL MARTÍN CRESPO

Isabel, fue una mujer inteligente y decidida,  presidenta de la AETN, profesora titular de la facultad de Ciencias de la actividad física y deporte de la Universidad Politécnica de Madrid, desde 1974 y autora de numerosos libros y  publicaciones.

Era maravillosa y brillante. Su tenacidad, sencillez y categoría humana hacían  de ella la persona ideal para compartir una amistad. Apasionada y desafiante con la vida, codiciaba  la alegría, y no cejó nunca en su empeño por conseguirla. Su vida fue un continuo reto, repleto de obstáculos, que dificultaron su camino, pero siempre supo cómo superarlos, con entereza y valor.  Grande entre las Grandes, siempre tendrá un lugar prioritario en nuestro corazón.

Isabel, allí donde te encuentres, siempre te llegará nuestro aliento.