Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Hay profesionales del deporte y de la enseñanza que saben mucho y son muy buenos, después están los que a pesar de saber mucho, siempre quieren seguir aprendiendo y por último están los mejores, los que poseen todas esas virtudes y tienen la generosidad de compartir y transmitir sus conocimientos, esos son los indispensables.
Así es Fernando Navarro Valdivielso
Doctor en ciencias de la educación Física, investigador, Director técnico de la RFEN y del C.A.R Blume de Madrid, entrenador del equipo nacional olímpico en Los Ángeles, Seúl y Barcelona y autor de numerosos libros , artículos y ponencias , este Maestro, canarión de nacimiento y afincado en Madrid, ha sido el técnico más influyente de nuestra natación durante varias décadas.
Honesto y generoso con sus ideas, siempre supo transmitir y compartir sus conocimientos con el resto de profesionales. Su espíritu innovador, dialogante y vanguardista ha servido de nexo de unión entre técnicos de nuestro país y de Iberoamérica, de donde fue presidente de su asociación. No hay congreso que se precie que no cuente con su presencia. Las salas, repletas de un público entregado son seguidas con el mayor entusiasmo e interés.

A veces cierro los ojos y me sumerjo en el pasado, recordando con cariño aquellas frías mañanas de invierno en Madrid en los que mi mayor ilusión era ir a aprender del maestro. Reconozco que me costaba conciliar el sueño, que apenas era capaz de pegar ojo un par de horas seguidas, con la simple y maravillosa intención de compartir un entreno a su lado.
No hacía falta que sonara el despertador, preparado e inquieto me levantaba con sumo cuidado por no despertar a mí compañera y tener que escuchar el sonido de aquellas palabras.
¿A dónde vas a estas horas?
Son las 5 de la madrugada. Tú no estás bien de la cabeza, métete en la cama.
“Me voy al INEF, en un rato vuelvo”
Compartir entrenamientos al lado de Fernando Navarro hace 30 años y de su grupo de nadadores en el INEF de Madrid fue increible una oportunidad única que yo no podía ni quería dejar escapar, que iba a aprovechar y que me convertía por unos bellos instantes en un entrenador privilegiado.
Si algo tenía Fernando y aún conserva es su cercanía y sinceridad, si tiene que decirte algo a la cara que no te guste y que pueda herir tus sentimientos, no dudará un instante, lo hará sin reparo con tal de verte reaccionar, pero si tiene que ayudarte por algún motivo complejo también lo hará sin pensarlo.
Me parece una persona amable y cordial, tremendamente ingenioso y divertido, amante declarado de su familia y amigos, que le quieren e idolatran, capaz de hacerte sentir importante por pequeño que parezcas, de compartir a tu lado sus más entrañables secretos, de mostrar sin complejos su lado más humano y capaz incluso de declararse delante de todos a Isabel, en un emotivo y recordado congreso.
Fernando, para mí eres el mejor, tienes todo mi respeto y aprecio, por tu complicidad, por tu apoyo y cortesía, por enseñarnos a sobrevivir con tus enseñanzas y atrevimiento a un deporte minoritario en un país que le cuesta valorar a sus técnicos, muchos de ellos profesionales que comparten la preparación de sus nadadores con otros empleos para poder subsistir, lo que le confiere a sus victorias un valor especial.
Me gustaría pensar que he sido capaz de estar a mediana altura de tus enseñanzas, de exprimir tu sabiduría al máximo, de aprender de tus incisivos y expertos consejos y de explotar el valioso legado que nos dejas cada día
¡Gracias Canarión,!