Agustín Artiles Grijalba -Champi-
5 situaciones de otras tantas que se dan a veces en cualquier actividad deportiva, que podrían parecer intrascendentes, pero que cuando se producen pueden dañar el rendimiento y el entendimiento, Factores que influyen en el deporte, que forman parte del proceso de maduración del deportista y que tampoco son muy distintas a las que encontrarán las chicas y los chicos en su realidad cotidiana fuera de la piscina.
Al fin y al cabo,
El deporte es vida, es pasión, alegría y tristeza. Es ganar y perder, sentir el apoyo de los que te quieren y comprobar incluso con sorpresa que otros que pensabas te apoyaban, ya no lo hacen cuando más les necesitas y has de estar preparado
1
Juzgar y censurar los éxitos de los rivales
Juzgar y criticar a tus rivales cuando obtienen un triunfo o te ganan no es la opción ideal. Aprende a valorar el éxito ajeno como si del tuyo se tratase, intenta descubrir aquellas habilidades que permiten a otros alcanzar la excelencia, averigua cómo obtienen sus éxitos, por qué se entrenan de una u otra manera y de qué forma influyen sus victorias en nuestro deporte.
2
La envidia y el rencor
La envidia es un sentimiento de rabia y resquemor tan poderoso que atrapa y envenena. Actúa como un virus y castiga sin piedad a quien lo padece, refleja sus frustraciones, evidencia sus carencias y retrata las intenciones. Un odio infinito que nada parece calmar, celos que te ciegan, ahogan y te roban la felicidad
Todo aquello que envidiamos nos derrota, lo que admiramos nos hace más seguros y nos permite construir nuevas ilusiones
3
El qué dirán, el destructor de los sueños
¡No vayas tan rápido, eres un pelota!
Quién te crees que eres, Michael Phelps
Entrenar duro no es un delito, es la mejor opción de superación que tienes para ser mejor nadador. Desperdiciar esa posibilidad tan solo por el qué dirán algunos de tus compañeros, sí que lo es.
Lo que opinen los demás está de más. Que nadie destruya tus sueños, no le hagas el juego a los que juzgan sin pudor tus facultades. Decídete a ser grande y dale una oportunidad al talento, a esa fuerza interior que posees ye está deseando salir a tu encuentro.
No permitas que las dudas y las críticas acobarden tus intenciones y deja que tus opciones brillen con luz propia.
4
Reprimir tus aptitudes, no desviarte del rumbo trazado
Una consecuencia de lo anterior
¿Estás loco?
¿Cómo vas a tener la osadía de demostrar a los demás lo que vales?
Lo que tienes que hacer es reprimir tus aptitudes, dejan pasar oportunidades para las que estás preparado, si quieres ser “aceptado” y que tus supuestos colegas queden contentos. No te comerás un rosco, pero al menos así evitarás ir en contra de una minoría que castiga el talento, exige la mediocridad y no desviarte del rumbo trazado.
Pierdes tú, ganan ellos
5
Falta de rigurosidad y autoexigencia
Si quieres lograr tus propósitos, mejorar tus marcas, lograr una mínima, conseguir una medalla, o cualquier otro objetivo que tengas en mente has de aceptar tus errores y ser crítico y exigente contigo mismo. Solo así progresarás
Sé fiel a tus objetivos, hacia las normas de conducta y los horarios de entrenamiento, ayudando de esa manera con tu buen ejemplo, implicación y actitud positiva a tus compañeros de grupo a ser más eficientes, participativos y responsables
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