PERDER PARA VENCER.

Agustín Artiles Grijalba -Champi-

“Me siento como una mierda, intenté encontrar una marcha que no estaba y sufrí en los últimos cien metros.»

Así reaccionó Michael Phelps, triste y abatido, después de ser derrotado en la final de 400 estilos de los Juegos olímpicos de Londres. Declaraciones que contrastaban con la alegría del vencedor, su compañero de selección Ryan Lochte, que nada más concluir la final mostró cuáles eran sus intenciones.

 “Estoy aquí para incendiar los juegos”

Sigue leyendo