Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Las siguientes ideas me parecen claves, si lo que pretendemos es formar un buen equipo. No son las únicas, pero sí encaminadas a formar un conjunto de nadadores/as con unos objetivos claros y definidos, cuyo éxito este basado en al menos dos premisas elementales:
- Esfuerzo y entrega en los entrenamientos
- La solidaridad, cohesión y generosidad incondicional de sus miembros.
1
Todos los nadadores que conforman el equipo son válidos
Sin desmerecer sus características individuales, siempre que su esfuerzo, dedicación y entrega al grupo sea el adecuado.
2
Cada nadador debe sentirse importante dentro del grupo
Notar que su esfuerzo y trabajo recibe el aprecio y el reconocimiento que se merece. Tener una misión acorde a sus posibilidades y a las necesidades del equipo, un objetivo bien clarificado y que de mayor sentido e importancia a su entrega
3
Fijar metas, convencerles que son posibles, e insistir hasta conseguirlas.
4
Generar confianza, especialmente en los más modestos
El entrenador deberá potenciar las habilidades técnicas, físicas y mentales de cada nadador y generar confianza, especialmente en aquellos cuyo rendimiento no es tan sobresaliente, pero que en muchas ocasiones contribuyen a ganar campeonatos
5
El equipo por encima de cualquier individualidad
Animarles a participar y contribuir en el éxito de sus compañeros y establecer junto a ellos una disciplina de equipo, con el claro objetivo de obtener el máximo rendimiento individual y del conjunto.
6
Potenciar las metas individuales, para estimular las del conjunto
7
Fortalecer la confianza el nivel y seguridad de sus miembros.
8
Gestionar, aprovechar y afianzar con eficacia los recursos propios.
9
Crear una estructura básica de trabajo y unos retos deportivos acordes a la historia y las peculiaridades de la entidad.
10
Elección de un líder
Elegir un nadador que junto al entrenador guíe a sus compañeros, que sea ejemplo de entrega y superación, al que todos respeten y confíen. Un líder que posea esa aptitud que todos admiran, una habilidad que les hace únicos y que le permite extraer lo mejor de sus compañeros en los momentos difíciles, en beneficio del equipo y en detrimento de los rivales.
Si yo entreno, tú entrenas, él entrena, nosotros entrenamos, vosotros entrenáis y ellos entrenan, TODOS GANAMOS.
La conjugación del equipo perfecta.
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Sin duda unos buenos consejos
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