Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Entrenar las pruebas de relevos tiene sentido
- Planificar y entrenar una prueba de relevos debe ser un arte, en el que nadadores y técnicos estén perfectamente compenetrados.
- No siempre vence el mejor equipo, en muchas ocasiones la victoria será para quien sepa interpretar y preparar con mayor astucia y dedicación este tipo de pruebas.
- Una salida mal ejecutada, una posta adelantada, un viraje mal realizado, una decisión técnica errónea, pueden suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
- No siempre los nadadores más rápidos son los más apropiados para elegir la formación adecuada,
- Algunos componentes con peores registros poseen un talento natural para realizar sus mejores prestaciones en este tipo de pruebas y otros con mejores marcas en pruebas individuales no son capaces de lograr su mejor rendimiento
- Por un lado están los que tienen un compromiso mayor con el resto de compañeros y del conjunto, además de una ambición y afán de superación superior a la media.
- Otros sin embargo no son capaces de acercarse con asiduidad a sus mejores tiempos. Suelen ser más individualistas y en sus objetivos suelen prevalecer el beneficio personal antes que el colectivo.
- La elección dependerá del objetivo de la competición. Si se trata de pruebas eliminatorias o de finales, si se compite en piscina corta o larga, o si se participa en una competición secundaria.
- Influirá además quien realiza la mejor salida, quien hace las mejores tomas, pero especialmente, quien es capaz de soportar mejor la presión y por consiguiente, quien genera mayor confianza.
- Los procedimientos para mejorar la técnica de las salidas y de las llegadas, los intercambios de las postas, la coordinación en las tomas. La adaptación a las exigencias que implica este tipo de carreras, requieren una programación seria, específica y en equipo, si lo que pretendemos es alcanzar los mejores resultados.