Agustín Artiles Grijalba
Hoy, en la sección dedicada a “Mis chicos”, recuerdo la figura de una de las nadadoras madrileñas más queridas, a la que tuve el placer de conocer y entrenar a principio de los años 90, en mi etapa de entrenador en el Centro de tecnificación de la FMN.
Si con algo disfrutamos los entrenadores es con aquellos nadadores que se entregan al máximo, que dan más de lo que tienen y que nunca desfallecen en su intento por superar sus propios límites. Son deportistas que jamás se lamentan, que nunca deberían retirarse y que cuando lo hacen difícilmente caerán en el olvido. Su aportación a nuestro deporte ha sido tan importante que solo con pronunciar su nombre ya merecen nuestro reconocimiento. No pasan desapercibidos y cuando dejan de nadar te das cuenta no solo del potencial deportivo que atesoran, sino de la pérdida tan importante que se ha producido.
Si le veías nadar, enseguida te dabas cuenta de sus enormes posibilidades. Cuando comenzaban los entrenamientos, disfrutabas con sus condiciones innatas para la velocidad y con una puesta en acción electrizante y comprobabas que estabas ante una nadadora diferente, capaz de adquirir un estado de forma óptimo en un tiempo record.
Dotada de un talento especial para las pruebas cortas, Alicia Sierra fue una de las nadadoras más destacadas de su club, el Mirasierra, y de la natación madrileña de finales de los 80 y principios de los 90. Sinónimo de velocidad, de alegría, pundonor y perseverancia, participó en numerosos Campeonatos Nacionales en sus diferentes categorías y en competiciones internacionales de salvamento y socrorrismo, logrando excelentes victorias para su equipo, que engrandecieron su historial deportivo. De ella, de sus gestas y sobre todo de su calidad humana, solo puedo tener palabras de elogios y recuerdos hermosos.
Alicia, eras ejemplo de superación y esfuerzo. Un simple gesto tuyo o tan solo una mirada te delataban y marcaba la diferencia. Al instante me daba cuenta de que estabas preparada para intentar cualquier reto y que lo ibas a conseguir. Transmitías ilusión y confianza y no había obstáculo que se interpusiera en tu camino.
Si había alguien capacitada para lograr todos sus propósitos, eras tú, si había también alguien atrevida para sacar una sonrisa en momentos delicados, también eras tú y si hay alguien que se merezca un reconocimiento especial, ESA ERES TÚ.
Hace muchos años que no te veo y la mejor manera que se me ocurre de recordarte es con esta versión personal del himno de Sabina y de tu Atleti, en un día tan señalado.
¡Qué disfrutes del derbi!
“Himno de tu Atleti, versión Alicia Sierra”
Aquí me pongo a contar un día de entrenamiento, que no se puede aguantar
Y eso que no doy el tipo, de coach delgado y esbelto,
Pero qué bueno es tu equipo.
Para saber cómo nada, hay que haberla visto dentro, del M86 que es su casa,
O del Mirasierra, donde entrenaba a tope, con su coraje inmenso.
¡Qué manera de nadar, que manera de luchar, que manera de sufrir!
¡Qué manera de ganar, que manera de vibrar, que manera de sentir!
¡Qué manera de subir y bajar del poyete, que viva mi Alicia, ALIOLÍ!
Imágenes
Foto 2: Lucía Vecina, Angie Ortiz, Alicia Sierra y Conchi Escatlar. Cuarteto de relevos en la Copa Alemania de salvamento. ¡Equipazo!