LA VICTORIA ES PARA LOS AUDACES

Agustín Artiles Grijalba -Champi-

“El destino quiso que yo no consiguiera el oro, pero lo que nunca nadie me podrá quitar es el orgullo de ser tu hermana, la de un campeón olímpico”

–Blanca Fernández Ochoa-

Así reaccionó la esquiadora española, terriblemente afectada y con lágrimas en los ojos, por su caída en la segunda manga del slalom gigante de Calgary 88, que le privó de subir a lo más alto del podio olímpico.

Blanca sufrió la derrota más dura en el mejor momento de su carrera deportiva, cuando cualquier reto parecía posible. Lejos de rendirse, insistió y perseveró en su preparación, fue audaz, se entrenó con más ahínco, e hizo realidad el sueño olímpico en Albertville 92.

Blanca tuvo claro su objetivo, comprobó que los proyectos difíciles e importantes habitaban en su corazón. Descubrió cuales eran y como deseaba disfrutarlos. Su mentalidad y valentía fueron sus mejores aliados y le indicarán el camino a seguir. Apostó fuerte por ella y aspiró  a las más altas cotas.

El Bronce olímpico, fue la recompensa

Su éxito significó algo más que una medalla, fue el triunfo de la lucha y la perseverancia, de la confianza infinita y de la superación personal.

No importa lo bueno que seas, ni lo mucho que entrenes, si cuando vienen mal dadas, abandonas, te rindes  y no perseveras en tus intenciones.

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