Hemos conseguido colarnos en el blog de Champi para poner unas palabras, esperamos que no le moleste, pero después de tantos artículos analizando la actualidad, nadadores, técnicos… creemos que es el momento de poner algo sobre él.
Para ello una mínima muestra de lo que significa para algunos de nosotros, perdonad que faltáis muchísimos, no tenemos acceso a vosotros y queríamos que fuera una sorpresa, pero podéis poner lo que queráis al final en comentarios.
Aquí algunos de ellos:
Eduardo Ballester
«Por ahí mediados los años 80 que empecé a entrenar e ir a las competiciones, recuerdo bien la primera vez que hablé de Champi, porque le comenté a mi entrenador ¿Quién es ese que grita tanto? No me gustaría tener un entrenador así……….
El destino quiso que unos años después me entrenara en el Centro de Alto Rendimiento de la Comunidad de Madrid M-86 y ya no me separé de él.
Que decir de una persona que ha significado tanto en tu vida;
Como entrenador creo que nadie podría haber sacado más de mí, su motivación constante, preocupación por los entrenos, empuje también constante, hizo que llegará a mi máximo nivel siempre. Champi siempre ha sido un entrenador que sabe, analizando al nadador, como sacarle su máximo partido incluso de los nadadores «vagos». Siempre disponible a cualquier hora para entrenarte. Con la cabeza llena de datos, competiciones, estrategias para ganar al club rival.
No he entrenado nunca con un entrenador de selección pero no creo que haya ninguno que pudiera hacerlo mejor que Champi.
A nivel personal, ya si que no tengo palabras, solo agradecimientos, tanto a el como a Inma, gracias por acogerme, gracias por estar ahi siempre, gracias por compartir vuestra familia conmigo e incluso con mi hermano, gracias por esas cenas interminables con Canal plus y Fantas de Naranja, gracias por acompañarme en mi boda, gracias por mantener la amistad, gracias por compartir tus conocimientos conmigo, gracias por llevarme a Canarias, gracias, gracias, gracias…………»
Álvaro Pérez
«De los buenos entrenadores se pueden decir muchas cosas de sus métodos, unos mejores y otros peores. Lo que sí se puede decir de un buen entrenador es que de poca materia prima se pueda sacar lo mejor. Champi consiguió que un chaval (ya con veintitantos años) con tendencia a engordar todo lo que come, flotabilidad negativa y medidas normalitas, llegara a un Campeonato de España (llevaba unos años cerca, pero no conseguía dar el salto). Eso de por sí ya son buenas credenciales, las mensurables. Las que no se pueden medir son aquellas que hacen que cuando estás muerto y al borde la agonía y el entrenador dice «Alvarito, una más!!», tú la haces y no le mandas a la porra. Que cuando llegas un día y no estás por la labor o te bloqueas porque no puedes más, te saca del agua y te lleva a tomarte un sandwich a Rodilla para que se te pase el disgusto. Un poco de profesional, un poco de amigo y un poco de padre, el cóctel que define a Champi perfectamente y que hace que todos sus nadadores sólo tengan buenas palabras para él. Además de ser un erudito y una auténtica enciclopedia de la natación, lo que más que una marca de calidad es de excelencia profesional. No tengo más que buenas palabras y recuerdos estupendos, y por muchos años, Champi»
Bruno Berheide
«Era un canijo, cuando en el Club Deportivo Parque Movil de Madrid, me “ascendieron” al grupo de “los mayores”.
Champi era un entrenador joven que había estado entrenando junto a mi hermana mayor, y yo no tenía ni idea de que esperaba de mi.
Al poco de entrar descubrí a un entrenador absolutamente distinto a lo que había conocido,… y desde luego a lo que conocería después.
Un gran entrenador puede tener un amplio conocimiento técnico, o puede contar con liderazgo natural. Puede “meterse en el bolsillo” a sus nadadores ganándoselos con su esfuerzo, simpatía o con su talento
La magia de Champi consiste en que precisamente aglutina todas esas virtudes que lo hacen uno de los mejores entrenadores de España.
El destino nos separó unos años y después nos juntó de nuevo, pero no dejé nunca de seguir su trayectoria, una trayectoria en la que no solo cosecha éxitos en todos los clubes en los que ha estado, sino y mucho más significativo ha dejado un reguero de amigos incondicionales por todo el país, muchos de los cuales mantenemos una amistad incombustible, gracias a todos esos momentos tan importantes en nuestras vidas.
Champi, ha sido un segundo padre para muchos de nosotros durante muchos años, pero ante todo un es gran entrenador y un gran amigo, y si, eso es posible solo cuando una persona tiene el nivel, el talento, la psicología, la paciencia y la facilidad de trato de la que que muy pocos profesionales pueden presumir.
No me invento nada, los resultados y el cariño de los que hemos estado con el, hablan solos.
Creo que nunca he tenido el detalle de darle las gracias por todo lo que ha hecho por muchos de nosotros, y aprovecho estas palabras para hacerlo.
El deporte también es una escuela de vida, y Agustín Artiles (Champi), es un gran maestro.
Gracias Champi!!»
Raquel San Martín
«Hablar de Champi en cualquier terreno, profesional o personal, significa oír sólo buenas palabras.
Champi es una de las mejores personas que conozco y también uno de los mejores profesionales en su campo, no conozco a nadie con más entusiasmo y pasión por la natación que él, tiene fechas, marcas y datos en la cabeza de todos sus nadadores, ¡se acuerda de mis marcas de hace 25 años!, recordar con él un campeonato o analizar alguna competición es verle disfrutar como si fuera un niño.
Champi me acompañó en toda mi trayectoria, velando por mí aunque eso supusiera separar nuestros caminos para irme a otro club porque era lo mejor, lo que no significó en ningún momento perder su cariño y su apoyo, no había competición que no le buscara para que me pintara el puntito en la nariz o me gritara como el que más animándome.
Sabe lo que necesita cada nadador en cada momento, cómo motivarte cuando estás bajo, como alentarte cuando tienes un objetivo, qué decirte en el momento preciso… Porque la natación es su pasión y se esfuerza día a día por mejorar.
Y por eso ha construido una gran familia que le quiere, le respeta y le valora, porque se deja la piel por todos y cada uno de nosotros, y sabemos que estará ahí, si le necesitamos, incondicionalmente».