Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Madrugada en Gran Canaria, suena el teléfono y me dan la noticia, los periódicos y redes sociales enseguida se hacen eco del suceso.
Camille Muffat, ícono de la natación Francesa, y otras nueve personas más, entre ellos dos deportistas de élite, queridos y admirados en su país, fallecieron en un accidente aéreo, cuando participaban en un reality de supervivencia extrema. La natación está de luto y el deporte mundial llora su ausencia.
Difícil conciliar el sueño, el tiempo transcurre implacable, las horas pasan y pasan y no se me va de la mente, ¿Cómo es posible que una persona tan joven, atleta fuerte y brillante tenga un final tan cruel e inesperado para todos?
Me imagino a su familia y no consigo hallar la respuesta acertada, pero quisiera pensar que se fue como una gran deportista, trabajando, disfrutando de un nuevo reto, soñando, dejando fluir su imaginación y buscando nuevas metas que le aportaran excitantes y estupendas sensaciones.
Talento, pasión, excelencia, determinación, perseverancia, son tan solo algunos de los innumerables cualidades que con seguridad caracterizaban su personalidad, la de una atleta irrepetible que nos hizo disfrutar con sus conquistas y que por desgracia ya no estará más con nosotros.
Camille Muffat fue Campeona Olímpica en Londres 2012 y condecorada con el título de “Caballero de la legión de honor de Francia”, entre otras muchas distinciones
Descanse en paz
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