Agustín Artiles Grijalba –Champi-
Puede ser que tengas una actuación increíble y que te descalifiquen por un descuido incomprensible en la salida, quizá eres el favorito para una competición y un simple descuido fustre todas tus aspiraciones, pero si eres inteligente y sabes sacar provecho de ello, te podrá servir para estimular tus opciones en futuras competiciones, potenciar más si cabe tus posibilidades y generar en tus metas una motivación especial, que bien encauzada puede ser tu aliado más poderoso.
Los siguientes fallos pueden parecer incomprensibles pero suceden con cierta frecuencia, cuando menos los esperas y se producen por multitud circunstancias, unas veces por mala suerte y otras por despistes tontos que producen mucha rabia e impotencia.
Este fin de semana en la Gran Canaria Máster Cup al menos 2 equivocaciones sorprendentes privaron a un nadador y un equipo de relevos de sendos records de España y ambos son los primeros ejemplos de una extensa de lista de errores que nos privan de alcanzar nuestros objetivos y que a continuación expongo:
- Has mejorado ampliamente el Record de España Máster y te descalifican por ejecutar en la salida una brazada de mariposa en la prueba de 100 braza.
- Record de España Máster en relevos +160 y al finalizar la carrera uno de los integrantes del equipo vencedor sale del agua pensando que no quedaba nadie nadando. Una vez fuera y comprobar el error decide tirarse al agua hasta que termine el rival, con la consiguiente descalificación.
- Quedarte dormido en la bañera de la habitación del hotel antes de nadar una final olímpica.
- Se te pasa la prueba porque estabas despistado o te entró ganas de ir al aseo y además pierdes la posibilidad de competir en el resto de pruebas en las que estás inscrito.
- Llegar tarde a la competición.
- Equivocarte de piscina.
- Creer que vas ganando fácilmente, te relajas y te dejas ir y te adelanta un nadador en la llegada.
- Se te rompe el bañador de poliuretano de 400 euros nada más ponértelo por primera vez y ni siquiera estrenarlo.
- No cambiar por la noche la hora del reloj, cuando es preciso y llegar tarde a la prueba.
- Lesionarse de la manera más tonta antes de la prueba más importante
- Se raja el bañador de poliuretano poco antes de la salida de la prueba y tienes que competir en un relevo con él roto, porque no te da tiempo a cambiarte.
- Se rompen las gafas justo antes de nadar y no tienes otras, o se te caen mientras compites y no puedes ver bien.
- Nadar a otro estilo por equivocación.
- Caerte en la salida de las pruebas de selección olímpica (Ian Thorpe)
- Realizar la llegada de espalda en una gran competición internacional varios metros antes de terminar la prueba, creyendo que ya tenías que tocar la placa de llegada.
- Perder la final olímpica en los 5 últimos metros por medir mal la llegada cuando ganabas claramente (Mat Biondi en Seúl 88)
- Lanzarte antes de tiempo incomprensiblemente en una prueba de relevos, cuando es prácticamente imposible que te alcancen.
- No poder competir por llevar un piercing.
- Que te pases nadando a la calle del rival.
- Que por exceso de confianza no te clasifiques para la “final A” de una olimpiada, o de la competición más importante y después logres la mejor marca de todos los participantes en la “B”.
- Vas el primero, te quedan escasos metros para vencer y te da un tirón que te impide seguir
- Ir a competir y que se te olvide el bañador y no te puedan dejar otro.
- Perder la medalla de oro olímpica en la última posta del relevo 4×100 Libre cuando llevabas una ventaja importante y posteriormente vencer en la prueba individual. (Francia)
Cuando estas pifias ocurren lo mejor es no castigarse y no pensar demasiado en ellas. No le des muchas vueltas, pasa página rapidamente y ten en cuenta que seguramente goces de una nueva oportunidad de sacar a relucir tu talento en otras competiciones. Trata de olvidarlo rápidamente e insiste en tus aspiraciones, quejarte de las consecuencias no es la mejor opción.
Quizá algunos no consideren que este vídeo de la prueba de la final olímpica de Pekín 2008 del relevo de 4×100 libre no sea realmente una pifia del nadador francés, que no fue capaz de administrar la clara ventaja de que dispuso y se considere como un enorme éxito de Jason Lezak, que supo colocarse a la estela del nadador galo y sobrepasarle en la misma llegada.
El hecho de que posteriormente Alain Bernard lograra el oro en la prueba en linea con un excelente registro de 0.47.2 me induce a pensar que de alguna manera no pudo aguantar la presión del relevo, situación que le volvería a suceder en futruras competiciones.
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http://3enatacion.blogspot.com.es/2013/05/opinion-malditos-banadores.html