13 SITUATIONS THAT ANNOY OR UPSET SWIM COACHES

CHARLOTTE, NC - MAY 16: (L-R) Coach Bob Bowman and Michael Phelps talk after his swim in the men's 100m butterfly final during day 1 of the Arena Grand Prix at Charlotte at Mecklenburg County Aquatic Center on May 16, 2014 in Charlotte, North Carolina. (Photo by Streeter Lecka/Getty Images)

Os invito a leer mi publicación de «Swimming Science» del mes de Julio, Insisto en agradeceros vuestra fidelidad en el momento preciso  en el que el blog alcanza lo que para mí representa una cifra mágica, + de 150.000 visitas en 9 meses de existencia. Sin duda un éxito de todos.

Gracias de nuevo a Raquel San Martín Gil  y Bruno Berheide del Río, 2 de mis chicos, por creer en mí, por estimar que yo era la persona apropiada para llevar a cabo este proyecto y porque les quiero con locura

Ha sido una de las mejores decisones de mi vida. Os lo adjunto también en español

http://www.swimmingscience.net/2015/07/situations-that-annoy-or-upset-swim-coaches.html

Imágen

CHARLOTTE, NC – MAY 16: (L-R) Coach Bob Bowman and Michael Phelps talk after his swim in the men’s 100m butterfly final during day 1 of the Arena Grand Prix at Charlotte at Mecklenburg County Aquatic Center on May 16, 2014 in Charlotte, North Carolina. (Photo by Streeter Lecka/Getty Images)

ESPAÑOL

SITUACIONES QUE A LOS ENTRENADORES NOS MOLESTAN

Si examináramos las competencias y facultades que un entrenador de natación ejerce habitualmente en su trabajo nos sorprendería. Liderazgo y conocimientos propios de la actividad,  paciencia y seguridad para llevar a un buen puerto sus objetivos, la habilidad para dirigir a sus pupilos al triunfo con vocación educadora, psicológica y de formación, además de su destreza para concebir ilusión, son tan solo algunos ejemplos de las numerosas atribuciones que se le presuponen a un técnico de natación cualificado.

La realidad nos indica que los técnicos deportivos no gozamos en general del prestigio que en mi opinión merecen tantas funciones. Nos consideramos profesionales cualificados y capacitados para ejercer nuestra labor dignamente, nos desilusiona que nuestro crédito profesional sea reducido y nos incomodan algunas razones que a continuación se mencionan:

  • Que infravaloren nuestro trabajo, que no esté bien visto y parezca que cualquiera lo puede realizar.
  • A veces no nos importa comentar detalles de la preparación de nuestros nadadores con aficionados y directivos, pero no significa que estemos obligados a compartirlos.
  • Nos parece que los consejos técnicos de aquellos que no viven el día a día de la preparación del deportista y desconocen de primera mano las ilusiones y los desencantos del nadador, no contribuyen a mejorar el rendimiento y esas atribuciones deben correspondernos solo a nosotros.
  • Somos profesionales entusiastas, que en la mayoría de los casos estamos al borde de la piscina porque nos apasiona nuestra actividad y nos gustaría ser reconocidos como tales.
  • Salvo excepciones, tenemos unos sueldos irrisorios para la responsabilidad que se nos presupone. Ejercemos de entrenadores, planificamos con detalle la preparación de los chicos, en muchos casos actuamos como confidentes y educadores, nos preocupamos por su bienestar y nos ponemos al día de los nuevos sistemas de entrenamiento, con tal de mejorar su rendimiento.
  • La mayoría de los fines de semana carecemos de tiempo libre, debido a las numerosas competiciones, lo que en determinadas ocasiones nos impide disfrutar con la familia nuestros ratos de ocio.
  • Si queremos vivir de nuestra profesión, estar mejor valorados y que nuestro trabajo sea más reconocido tenemos que pensar a veces en buscarnos las lentejas fuera de nuestro país.
  • No desconectamos, nos llevamos los problemas a casa, le damos vueltas continuamente a nuestros errores y sin darnos cuenta les hacemos partícipes de ellos a nuestros familiares, que tienen que aguantarnos y soportar a menudo nuestra mala uva.
  • Nos gustaría que los puestos de trabajo más importantes vayan en consonancia con los méritos profesionales de cada uno y que las razones económicas a la hora de elegir técnico, no influyan de manera tan poderosa.
  • Nos entristece que seamos el blanco de todas las iras cuando las cosas vienen mal dadas.
  • Reprobamos por lo general los celos y las malas artes profesionales entre colegas de actividad.
  • Nos molesta la facilidad con que se desacredita a veces nuestra labor, a menudo sin justificación alguna, con la inevitable repercusión negativa para nuestro trabajo y que afecta en muchos casos a nuestra estabilidad personal, laboral y familiar.
  • Nos fastidia que ciertos periodistas que informan sobre nuestro deporte no posean la aptitud y los conocimientos precisos para ejercer la tarea, que deshonren con sus comentarios el buen hacer de sus compañeros de profesión y de paso desprestigien a menudo la actuación de los atletas cuando los resultados no acompañan, sin conocer en profundidad las razones.

Nuestro cometido está poco reconocido, laboral, social y económicamente, nosotros tenemos también parte de culpa con nuestra actitud, ya que en determinadas circunstancias desacreditamos la labor de nuestros compañeros, por celos o envidias sin darnos cuenta realmente del daño que hacemos con ello al deporte y a nuestra credibilidad.

Afortunadamente no siempre es así, habitualmente nos sentimos dichosos, hacemos lo que sabemos y nos gusta, compartimos nuestra faceta profesional con deportistas que enriquecen nuestra labor y a menudo nos encontramos con gente que estima nuestro trabajo, que valora como merece el esfuerzo y la pasión que nos caracteriza y a la que debemos agradecer su confianza.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s