Agustín Artiles Grijalba –Champi-
Todos los conocemos, siempre tienen un pretexto para justificar sus errores, la autocrítica no existe en su diccionario y cuando les pillas en una mala conducta, la culpa es siempre de los demás.
Se ausentan de los entrenamientos y cuando asisten a la sesión de trabajo empiezan tarde o son los últimos en meterse en el agua. Se paran o molestan a los compañeros, carecen de interés por la actividad, pasan de todo y no prestan atención a las indicaciones y consejos del preparador, al que desesperan, critican si es preciso y boicotearán su labor con tal de salir indemnes.
Distantes y despreocupados en sus intenciones, suelen mantener una actitud rebelde y descortés con las normas de conducta. A veces son groseros e irrespetuosos y con frecuencia mienten y falsean la realidad. A menudo tienen una actitud arrogante y desleal con sus compañeros y si se sienten acorralados, no dudarán en traicionar su confianza.
No importa si carecen de cualidades, o por el contrario poseen un talento enorme, difícilmente lo aprovecharán en su propio beneficio y menos en el del conjunto. Siempre buscarán la oportunidad para escaquearse o esforzarse menos y si un día no pueden entrenar no buscarán alternativas.
Si tienen competición al día siguiente, se acostarán a horas intempestivas, si están en fase de puesta punto, descuidarán su recuperación, realizarán incluso actividades propensas a provocar lesiones y de esa manera echar por tierra su escasa preparación. Son negativos, improvisan y difícilmente buscarán soluciones a los problemas que surjan.
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