Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Es la ceremonia de entrega de medallas del campeonato Nacional de tu grupo de edad y caminas exultante de alegría hacia el pódium de vencedores para recoger tu primera medalla en un evento tan importante. Mientras lo haces miras de reojo hacia las gradas y observas la cara de satisfacción de tus familiares, que no caben sí de gozo y celebran tu victoria.
Al otro lado de la piscina tu entrenador se muestra orgulloso por tu conquista y te dedica la mejor de sus sonrisas. Es entonces cuando escuchas las palabras mágicas con las que siempre soñaste y tanto esfuerzo has necesitado.
¡Primer clasificado, medalla de oro y campeón de España!
Te cuelgan la medalla, levantas los brazos al cielo y te sientes invencible.
¿Se puede ser más feliz?
Para que llegara este momento fue necesario cambiar muchas cosas. Tu actitud en los entrenamientos evolucionó de manera radical, lograste comprender que jugar a ganar no era posible sin el esfuerzo adecuado, que tenías que aceptar el compromiso exigido, entrenar de verdad y cumplir a rajatabla las indicaciones de tu entrenador, que una y otra vez te invitaba a dar un paso al frente para hacer realidad tus emociones.
Aprendiste que no siempre se puede vencer, pero también que la mejor victoria no viene siempre acompañada de una medalla y que el trayecto más corto y apropiado para alcanzar tu objetivo principal se adquiere con el entrenamiento diario
“Si quieres vencer en las competiciones, primero deberás hacerlo en los entrenamientos”.