Agustín Artiles Grijalba -Champi-
No importa lo bien que hayas entrenado y lo bien que te encuentres, si cuando llega el momento preciso no eres capaz de centrarte en el objetivo y tomar el control de tus pensamientos. Tienes que ser consciente que un exceso de responsabilidad provoca desasosiego e intranquilidad, reducirá tu energía y te alejará de la concentración ideal.
Los siguientes motivos pueden tirar por tierra el trabajo de toda una temporada y sería conveniente, que junto a tu entrenador centraras tu atención en tareas y maniobras específicas de la actividad pueden ayudarte a desviar la atención de aquellas situaciones que te provocan nerviosismo y preocupación.
1
Exceso de ansiedad antes del campeonato
2
Objetivos exagerados, que provocan expectativas irreales
3
Temor a los rivales
4
Necesidad de aprobación de los nuestros
5
Presión y exigencia del entrenador y el entorno familiar
6
Miedo al fracaso y angustia ante la competición.
7
Incertidumbre por no estar a la altura de las circunstancias.
8
Baja autoestima competitiva.
9
Experiencias adversas previas, que menoscaban la confianza.
10
Personalidad y exceso de responsabilidad del nadador
Céntrate en los aspectos básicos de la natación, concentra tu atención en objetivos cercanos y mantén siempre una actitud positiva en todo lo que hagas, sin olvidar que tus retos han de ser lógicos y factibles de alcanzar. Pon todo tu interés y atención en ser eficiente y práctico, presta atención en los pequeños detalles y disfruta del momento.
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