Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Si fue capaz de lograr esos éxitos en su club, imagínate los que podría conseguir en este otro. Hay que ser un entrenador muy malo para no sacar partido a semejantes cualidades. Es tan bueno que da lo mismo con quien entrene, triunfará con cualquier preparador. ¡Madre mía, si entrenara en USA se saldría!
Quizá sí, o tal vez no. No es tan sencillo.
Seguramente ahí esté el error, en pensarlo, creerlo de verdad y emitir semejantes frases por la boca, sin la certeza, credibilidad y respeto de que lo que se está diciendo es honesto, imparcial y ajustado a la realidad.
Pensar que un técnico es un Don nadie, o poco menos que un adorno y un florero que está ahí para decorar la piscina y que no tiene nada que decir, tan solo observar, coger tiempos y sentarse a ver como logran sus pupilos los resultados no me parece la mejor manera de proceder
No todos los deportistas rinden igual en una u otra entidad, con uno u otro preparador, o sirven para entrenar alejados de su familia y amistades y no por ello pasa nada.
Algunos serán capaces de obtener sus mejores prestaciones en circunstancias y medios de preparación deplorables y hacerlo con el entrenador de toda su vida, que le conoce y sabe sacarle lo mejor de sí mismo. Seguramente a otros atletas ese aspecto les traiga sin cuidado y no influya poderosamente en su personalidad y rendimiento, cambie a otro entorno más competitivo y obtenga esos resultados increíbles que de él se espera. Es lógico pensarlo
Lo que sucede es que cada atleta es un mundo, no todo es blanco o negro, ni del color que pinte la mente.
Existen otros muchos condicionantes tan o más decisivos que los descritos, que alteran al deportista, su motivación y rendimiento, que hay que valorar y tener en cuenta en su justa medida, si lo que pretendemos es obtener un mayor provecho, rédito y beneficio deportivo de cada uno de ellos/as y del proyecto en cuestión.
Están los rebeldes y los más sumisos, los que se ahogan en sus propias excusas y angustias y también los más decididos. Tenemos a los sinceros y educados y cómo no, los más maleducados. Los que no paran de hablar y presumir y los que apenas dicen nada y solo hablan sus brazadas. Los individualistas, que solo piensan en sí mismo y su bienestar deportivo y los que anteponen el suyo por el bien del equipo. Los respetuosos y leales y los que al menor descuido te la clavan.
Unos necesitan que en un momento determinado se les lea la cartilla, se les diga con firmeza las cosas claras y se les ponga en su sitio. Otros, por el contrario reaccionarían de distinta manera y se vendrían abajo en una situación similar y luego están los que se sentirían seguros con un sencillo “bien hecho” y un elogio por su esfuerzo. Como cualquiera de nosotros en nuestra vida cotidiana.
Los tiempos han cambiado, pero las necesidades básicas de cada deportista siguen siendo similares a las de antaño, aunque a veces no lo parezca.
Algunas de esas necesidades elementales de las que hablo, como el respeto y el trabajo son imperturbables al paso del tiempo, nunca caduca y no se negocian, así como otras más que deberían figurar en nuestro diccionario, que los deportistas ansían, se podrían concretar de la siguiente manera y en las que hay que incidir:
- Un técnico que se precie deberá orientar, aconsejar y dirigir a sus chicos hacia la consecución de sus metas.
- Mostrará en todo momento una actitud abierta y cordial en el trato directo con los nadadores y buscará los acicates convenientes para lograr los propósitos programados., teniendo siempre en cuenta sus características y necesidades propias.
- Buscará, aconsejará y aportará los incentivos apropiados para ilusionar y mejorar el rendimiento de sus pupilos.
- Los chicos buscan un preparador que les comprenda, les estimule, motive en los malos momentos y les encamine al triunfo.
- Alguien que les escuche y preste la atención necesaria, se preocupen por su bienestar, les refuerce positivamente y tenga en cuenta y valore su opinión.
- Esperan y valoran su apoyo en los instantes difíciles, cuanto todo parece perdido y su labor se hace más importante.
- Requieren un profesional que sea justo y ecuánime en sus decisiones y que esté abierto al diálogo y no trate de imponer su criterio, a toda costa.
- Poe ello y muchas más razones el técnico será siempre justo, franco y sincero y deberá estar siempre preparado para transmitir la confianza y seguridad requerida.
Los deportistas esperan un entrenador con conocimientos, pero lo que más ansían es su reconocimiento
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https://www.stack.com/a/3-factors-to-consider-when-training-swimmers