Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Juegos Olímpicos de Montreal 76. Los medios de comunicación de todo el mundo no salen de su asombro y abren sus titulares con la misma noticia. Una gimnasta rumana de 14 años, Nadia Comaneci, consigue lo que nunca antes nadie había logrado, un diez en gimnasia artística, el ejercicio perfecto. Por si no fuera suficiente proeza, lo hacía en el mejor escenario deportivo del mundo, unas olimpiadas
En la piscina Kornelia Ender era la gran protagonista con 4 medallas de oro y 1 de plata, liderando a la extinta DDR, que logró también la hazaña de ganar todas las pruebas individuales, excepto el 200 braza de la soviética Marina Koscheveia y el 4×100 libre femenino que se fue para USA.
El 20 de julio de 1976 no fue un día cualquiera. En aquel marco incomparable se presentó ante el mundo una nadadora mallorquina de tan solo 12 años, que se convertiría de inmediato y hasta la fecha en la atleta española más joven en unos Juegos olímpicos y de paso en la primera deportista balear en participar en unas olimpiadas.
Antonia Real Horrach nació en Palma de Mallorca un 14 de septiembre de 1963 y se dio a conocer en los nacionales de 1975, en Reus. Con tan solo 11 años se proclamó Campeona de España y plusmarquista nacional de 800 libre y tuvo en su poder todos los récords juveniles y absolutos de España en todas las distancias, excepto el de 100 libre, sin duda una gesta increíble.
Entrenaba dos sesiones diarias de 6.000 metros cada una. Con un promedio diario de 12-13 km. Compartía sus estudios de EGB con sus sesiones de preparación en la piscina, excepto los domingos. Al salir de clase, entrenaba de 12-14 horas, comía, iba de nuevo al colegio y volvía a entrenar de 18-21 horas. Los fines de semana, a menudo iba a Barcelona para nadar en piscina de 50 metros, al no poder hacerlo por entonces en su club, el C.N Palma
Antonia, nadó las pruebas de 400 libre (4.30.37) en donde fue quinta de su serie y 6ª en 800 libre en donde realizó un excelente tiempo de 9.07.24, prueba en la que compitió con la campeona americana Shirley Babashoff y que le valió un meritorio puesto 20 de la clasificación final.
Antoñita Real, como se le conocía en el mundo de la natación fue un caso excepcional, un prodigio de la natación. Como ella mismo afirmó en una entrevista,
“Lo mío no era muy normal en ese momento. Ni ahora tampoco lo sería”
No le faltaba razón, 45 años después de su cita en Montreal, muy poquitas nadadoras de 13 años desde entonces (categoría en la que figuraría por su año de nacimiento) han mejorado su marca. De hecho, en el último campeonato nacional alevín, celebrado en Julio de 2019 en Tarragona, la primera nadadora clasificada paró el electrónico en un tiempo de 9.15.66, más de 8 segundos que el que hizo ella en Montreal.
Antonia Real fue una nadadora precoz y diferente, tenía ángel. La piscina era su hogar, poseía naturalidad desparpajo. Verle nadar y competir era magia y realidad a la vez, hacía cosas increíbles que nadie más podía lograr.
La natación le amaba
Referencias e imágen
https://www.ultimahora.es/deportes/otrosdeportes/2016/07/20/204910/anos-hito.html
https://elpais.com/diario/1976/06/19/deportes/203983216_850215.html