Agustín Artiles Grijalba -Champi-
No hay un solo camino para llegar con éxito al destino y lo mejor de todo es que el nuestro puede ser igual de válido, con trabajo y mucho tino.
Hubo una época en que Salnikov, Volkov, Pankratov, Popov, no rimaban con López ni Fernández, pero sí lo hacían con “molotov» y eso además de sonar a cóctel, molaba mogollón. Pensábamos que sus brazadas podrían ser el modelo a seguir y si nos interesábamos de verdad por los secretos de sus éxitos, lo tendríamos todo hecho.
Pasaron los años y excepto unos pocos de los nuestros, que siempre daban el callo, seguíamos sin saber a qué nadábamos. Hagamos nuevos planes. Húngaros, magiares, siempre son pocos, pero auténticos titanes.
¡¡Queremos una Egerszegi!!
Lástima, por poco.
Que pase la bella Italia, se parecen más a nosotros y sus nadadores también destacan. Fioravanti, Boggiatto y Batistelli, entre otros y ahora en el nuevo siglo, Pellegrini, Magnini, el fondista Detti y su colegi Paltrinieri.
Todos, a la de una, a la de dos y a la de tres,
¡Forza Italia!
Nada, ni con esas, mira que nos cuesta arrancar.
Francia será nuestro próximo modelo, qué decir de sus relevos. Casi ganan en Pekín y en Londres, al final lo lograron. Si lo imaginamos y les copiamos, seguro que lo petamos.
Rusos, Húngaros, Italianos, Franceses y ahora que está Adam Peaty
¡Un Hurra por los ingleses!
Nada, ni con esas. Trajimos al Tito Bill y por más que lo intentamos y sus consejos copiamos, sus estupendas enseñanzas en nuestra natación no cuajaron. Qué queréis que yo os diga, no cejemos y miremos otras vías:
- Fijarnos en el modelo de preparación de los países que más medallas y títulos consiguen está muy bien y es vital para potenciar nuestros intereses deportivos, aunque no siempre me parece la solución más acertada a nuestros problemas.
- Creo que es más efectivo encontrar un modelo, el nuestro, que se adapte más a nuestras necesidades y potenciarlo. Apoyar al máximo a nuestros técnicos y clubes, sin fisuras y sin por ello dejar de aprender de otras potencias mundiales, con culturas y diferentes formas de ver, sentir las cosas y de entender vida y deporte, lo que sin duda enriquecerá al nuestro.
- Tal vez todo sea más simple y el verdadero problema radique en nosotros, en nuestra propia cultura de esfuerzo y en ser más exigentes y ambiciosos con nosotros mismos, de autocrítica y empatía
Cuando un éxito logramos, enseguida nos aupamos y nos creemos australianos. Si por el contrario palmamos, la culpa siempre la tiene el contrario
Imágen
https://www.wsj.com/articles/did-the-olympic-pool-give-some-swimmers-an-advantage-1471470741
……..y en que se reconozca y se pague a los técnicos como se merecen a los técnicos como
Me gustaLe gusta a 1 persona