Agustín Artiles Grijalba –Champi–
Llegas a la piscina y no puedes entrenar porque hay exceso de cloro, puede ser que tengas demasiados nadadores por calle que les impidan hacer el nado continuo como debieran, quizá se te han colado varios bañistas en las calles prestadas y te ves impotente para quitarles de en medio. Estás desesperado y no sabes que hacer, la situación te supera y todo parece estar en tu contra
¡Bienvenido a la realidad de muchos clubes españoles!
Todo programa de entrenamiento necesita una planificación seria y detallada. La particularidad con la que te vas a encontrar cuando llevas a cabo tu trabajo en las condiciones descritas es la facilidad con la que surgen problemas, que aumentan considerablemente en estas coyunturas.
Si los medios de preparación no son los que esperabas y distan mucho de ser los apropiados, no te desanimes. Acepta tus cartas y no pierdas nunca los nervios o la oportunidad de progresar, eres el líder del grupo y los deportistas esperan que tú les dirijas.
Toma las riendas y afronta la realidad con determinación y valentía, pon en marcha tu plan “B” e intenta cualquier cosa antes que quedarte parado. Haz los cambios que consideres oportunos y demuestra a tus nadadores que tienes recursos, que nada os impedirá avanzar y apartaros de la meta final, que la ilusión es mayor que la desesperanza y en todo momento podrán contar con tu aliento, sin importar las penalidades.
No te preocupes si necesitas amoldar tu programación y ajustar tu plan de trabajo a las circunstancias reales. Lamentarse no es la opción ideal y no pasa nada por hacer lo contrario a lo que tenías previsto, controla la situación lo mejor que puedas, busca la mejor manera de instruir a tus nadadores y no olvides que la meta final es mejorar el rendimiento de tus atletas bajo cualquier contingencia.
Entrenar en condiciones difíciles no colma tus aspiraciones, pero puede ser excitante. Te permite agudizar el ingenio, ser más creativo y te brinda una ocasión única para madurar como técnico, de interpretar nuevas vías de preparación y de valorar con mayor intensidad tu esfuerzo, el de tus atletas y los resultados obtenidos.
Lo principal es el empeño que les transmitas, que comprueben que vas a muerte con ellos y que se vean capaces de alcanzar sus propósitos a pesar de los contratiempos. Si creen en tus propuestas y consideran que a pesar de todo les ayudarás a potenciar el rendimiento, lograrás su respeto, se sentirán satisfechos y serán más eficientes.
Ten siempre presente que tú guías los retos y fabricas sus ilusiones, que eres el encargado de transmitir confianza y conocimientos a sus brazadas y el encargado de proporcionarles los medios más óptimos de preparación bajo cualquier escenario
“Haz de tu trabajo un continuo desafío, afronta los obstáculos, mírales a la cara y hazles saber que nada podrá deteneros” –Champi-