Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Hoy no es una fecha cualquiera, se cumple un año de la marcha de Paulus Wildeboer, entrenador y amigo que se fue para siempre, demasiado pronto para los que le queremos y admiramos. Ya no estaría más entre nosotros y nos dejaba tras de sí una estela inmensa de dolor y un hueco inimaginable de cubrir
Sabiduría, entusiasmo, osadía, pasión, ambición, compañerismo, corazón, son tan solo algunos de los innumerables adjetivos que le caracterizaban y hacían de él un técnico increible. Me pasaría horas enteras describiendo su personalidad y todas ellas serían insuficientes para destacar la categoría humana que atesoraba y poder así valorar el terrible dolor que nos afligió en aquellos momentos.
A veces me pregunto cómo es posible que una persona tan querida ya no esté a nuestro lado. No sé responder a esa pregunta, pero al menos puedo poner mi granito de arena para que su recuerdo forme parte de nuestras vidas.
Paul, eras admirable, tu dedicación y constancia te convirtieron en el entrenador ideal y la persona adecuada para compartir una amistad. Tu entusiasmo no tenía límites, amabas a tu familia, codiciabas la felicidad y no cediste ni un ápice en tu empeño por conseguirlo. Tu vida fue un continuo reto y por ello siempre tendrás nuestra admiración y respeto.
A toda tu familia mi apoyo de nuevo y mis condolencias en el aniversario de tu ausencia. Os envío todo mi aprecio y consideración y solo puedo desearos la fuerza que siempre os ha caracterizado en los momentos difíciles.
Un sincero abrazo