Agustín Artiles Grijalba –Champi-
Hoy es día de notas, estás muy nervioso y no paras de moverte de un lado para otro. Sabes que no has estudiado suficiente y temes que tus calificaciones sean peores de lo esperado. Intentas tranquilizarte, le das vueltas a la cabeza una y otra vez y tratas de convencerte.
Quizá no sean tan malas, con un poco de suerte y la generosidad del profesor de lengua, con el que me llevo genial, al final me queden tan solo las matemáticas y el inglés y seguro que las recupero más adelante.
No consigues dar crédito a lo que estás viendo, al menos ya sabes que como adivino no te ganarás la vida. 5 suspensos y una cara de incredulidad que no desaparecerá facilmente.
¿Educación física un 3?
No lo entiendo, soy un monstruo nadando.
¿Lengua un 2?
El profesor me tiene manía, pediré revisión de notas.
Lo malo de todo es que lo peor está aún por llegar. Cuando se enteren tus padres te castigarán hasta que te cases, dificilmente les podrás explicar el desastre y encima tendrás que escuchar esa maldita frase que tanto odias.
La natación no te dará de comer. Si no apruebas te quito de natación y te quedas en casa todo el día estudiando.
Es comprensible que los padres piensen que castigarte sin natación sea la mejor solución, para ellos los estudios son lo primero y difícilmente cambiarán de opinión. Me gustaría ofrecerte mi parecer y una serie de ideas que tal vez te aporten claridad y otra visión diferente, que te permitan compaginar tus metas académicas y deportivas. Seguro que si las tienes en cuenta, los resultados serán otros
- Lo primero de todo acepta la situación. El problema no es de los profesores, que para ti casi siempre te tienen manía, ni tampoco de la natación, que piensas que “te quita” el tiempo necesario para estudiar
¡Es tuyo!
- Los motivos pueden ser diversos, pero casi siempre se trata de una cuestión de actitud, de fuerza de voluntad, pero sobre todo de previsión y de saber aprovechar mejor el tiempo.
- Las notas no tienen por qué estar necesariamente reñidas con el deporte. De hecho y salvo excepciones, los mejores nadadores y nadadoras suelen obtener calificaciones destacadas, sin que por ello interfieran los estudios con el entrenamiento. Sería bueno que te fijaras en ellos.
- Practicar natación exige sacrificio, imprime carácter, responsabilidad y compromiso, valores que de una manera u otra dirigen nuestras vidas y contribuirán a que logres tus objetivos.
- Prepara los exámenes con antelación, no dejes todo para última hora y todo será más factible. Si llevas los estudios al día el esfuerzo será mucho menor, evitarás el estrés y los nervios de los últimos momentos, te permitirán obtener mejores resultados académicos y podrás compatibilizar mejor ambas actividades.
- Un examen sorpresa, una enfermedad inesperada, una discusión con tu mejor amigo o amiga, una riña amorosa, son contrariedades que suceden con frecuencia. Prevé con antelación los posibles contratiempos, ten un plan alternativo para imprevistos que te dejan fuera de juego, que afectan a los estudios y la preparación y que te permitan cambiar tu hoja de ruta cuando sea preciso, siempre en tu propio beneficio.
- En aquellos días que todo parece imposible y que no tienes apenas tiempo ni para respirar, habla con tu entrenador y buscar de manera conjunta las fórmulas necesarias para poder compaginar ambas cosas. Tal vez sea posible recuperar el entrenamiento un domingo que no hay clases, o simplemente cambiar el horario a otro momento que te permita hacerlo más fácilmente. Aunque a veces todo parezca imposible, siempre hay opciones cuando se quieren encontrar.
- Puede ser que el problema en muchos casos se deba al tiempo que pasas en internet, el móvil o con los videojuegos. Reduce poco a poco la duración, evita depender tanto de ellos y seguro que sacarás más tiempo disponible
- Concéntrate en el trabajo diario, haz siempre un poco de cada asignatura y busca objetivos a muy corto plazo. Si tienes un examen dentro de una semana condensa tus energías en él, no te quemes con objetivos más lejanos, ni en la dificultad que conllevan
- Si encuentras dificultad con alguna asignatura, no temas en pedir ayuda a tus padres, compañeros y amigos a quien te produzca mayor confianza. Lo principal es que tus dudas queden cubiertas y satisfechas
- Nunca te des por vencido. Si eres capaz de lograr tus metas en natación cuando todo está en tu contra, también lo eres con los estudios. Si te queda poco tiempo para examinarte y no has estudiado lo suficiente (nunca deberías llegar a ese punto) acepta el reto, no abandones y busca un último esfuerzo
¡Jamás te rindas!
Es totalmente normal y comprensible que los estudios tengan prioridad absoluta sobre el deporte, nadie en su sano juicio opinaría lo contrario, yo también soy padre y pensaría de la misma forma. Ni mucho menos pretendo con las siguientes observaciones discutir la realidad de un país en el que deporte y estudios no siempre van de la mano, pero sí me gustaría hacer algunas observaciones al respecto por si estimaran oportuno tenerlas en cuenta.
- Mi experiencia me indica que en la mayoría de los casos privar a un nadador de la actividad que más le motiva no es lo más aconsejable y se corre el riesgo de conseguir el efecto contrario.
- Un deportista que posea una gran pasión por la natación y que tenga por consiguiente en ella su mayor válvula de escape puede ver de repente frustradas todas sus aspiraciones si se le quita la actividad que más le motiva, su ilusión se verá notablemente afectada, cundirán la apatía y el desánimo y se convertirá en fuente de conflictos.
- En determinados casos, cuando la situación familiar en casa se hace insostenible y desean regresar a los entrenamientos, comprobarán con pesar que ya no poseen el nivel anteriormente adquirido y no se verán capaces de recuperar el tiempo perdido
- Valorar como merece el inmenso esfuerzo que realizan, ensalzar también los progresos, hacerles comprender la necesidad de centrarse en cada una de las tareas, para poder llevar al día ambas actividades, pueden ser algunas estrategias que nos podrán también ayudar en nuestros objetivos. Todo lo necesario para que al final no abandonen el deporte y probablemente no consigan sacar buenas notas.
- La edad del deportista es importante tenerla en cuenta. La mayoría de los fracasos escolares comienzan a temprana edad, cuando las exigencias escolares y deportivas comienzan a ser más exigentes, el instante en el que los chicos se desarrollan físicamente y empiezan con los primeros escarceos amorosos. Llegan los exámenes de selectividad, que coinciden con la categoría absoluta, las exigencias aumentan y los problemas crecen.
- ¡Si suspendes, te dedicas a los estudios! Las amenazas no suelen ser buenas consejeras, Intentar otras opciones alternativas, quizá puedan surtir efecto. (Móvil, internet…)
Me gustaría pensar que mi visión al respecto contribuye de alguna manera a mejorar el problema. Me encantaría que sirviera a muchos chicos y chicas como estímulo para superar sus frustraciones y de paso enviar un mensaje de optimismo.
El tiempo pasa deprisa y hay que aprovecharlo correctamente. Sería estupendo ver como triunfáis en los estudios y comprobar como alcanzáis las metas deportivas, pero no me gustaría ver que no lográis vuestros retos por no haber dado todo lo que lleváis dentro.
Insisto una vez más,
los proyectos difíciles e importantes habitan en el corazón, descubrir cuáles son y cómo disfrutarlos debe ser prioritario, apuesta por ti y aspira a las más altas cotas.
Tú eres el premio
¡Suerte!
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http://www.cribeo.com/deportes/1979/10-mitos-falsos-del-deporte
Me encanta esta pagina!👌💕🏊
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Gracias, me alegro
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me alegra estar compartiendo conocimiento en esta pagina
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