Agustín Artiles Grijalba –Champi-
A menudo la clave entre lograr una gran marca en una competición o no alcanzar tus objetivos se encuentra en tus propios pensamientos y en la facilidad para centrarte en el objetivo. Un exceso de ansiedad antes del campeonato, unas expectativas exageradas, el temor a tus rivales o simplemente unas gafas de nadar que se te rompen en los instantes previos a la prueba pueden ser motivos más que suficientes para desviar tu atención y provocar la peor de tus actuaciones.
A veces tenemos la necesidad de demostrar a los demás nuestra valía, precisamos gozar del cariño y la admiración de nuestros compañeros y rivales, buscamos desesperadamente la aprobación de los nuestros y nos exigimos estar cualificados y preparados para alcanzar nuestros proyectos. Hay que ser conscientes de que no podemos siempre contentar a todos por mucho tesón que pongamos en ello, ya que ese exceso de responsabilidad provoca desasosiego e intranquilidad, reduce nuestra energía y nos separa de nuestra concentración ideal.
Orientar tu interés y concentrar tu atención en tareas y maniobras específicas de la actividad pueden ayudarte a desviar la atención de aquellas situaciones que te provocan nerviosismo y preocupación. Lo más importante es confiar en ti mism@, evitar presionarte y juzgar tus actuaciones con exceso de celo, no subestimar tus capacidades, pensar y actuar siempre en positivo y concentrarte de lleno en el curso de tu proyecto
Las siguientes estrategias pueden ser útiles en tus intenciones y te ayudarán a centrar tu atención y evitar posibles distracciones.
1
La importancia de los fundamentos
Céntrate en los aspectos básicos de tu deporte, regresa a lo fundamental y persiste con tus intenciones.
2
Metas cercanas y específicas
Fíjate y concentra tu atención en tu objetivo más próximo y evita pensar en demasiados aspectos a la vez.
3
Siempre positivo
Mantén siempre una actitud positiva y provechosa, ten confianza plena en tu rendimiento. Has mejorado tu preparación, has perfeccionado tu técnica y cuidas tu recuperación con esmero. No tienes ningún motivo para estar preocupado, haces lo que más te gusta y estás listo para lograr tus propósitos. ¡ Adelante!
4
Coge el control de tus pensamientos
Toma el mando de tus pensamientos, te ayudará a encauzar y dominar tu rumbo.
5
Rememora tu mejor competición
Recuerda lo bien que te sentiste cuando realizaste tu mejor prestación y las sensaciones que te produjo, los momentos previos a la prueba y las estrategias de concentración y relajación que llevaste a cabo
6
Metas factibles
Tus retos han de ser lógicos y factibles de alcanzar. Huye de los objetivos desorbitados e imposibles de lograr.
7
Sé práctico y potencia tus intenciones
No pienses en tus posibles fallos, pon todo tu interés y atención en ser eficiente y práctico. Refuerza tus pensamientos constantemente con consignas afirmativas y eficaces que fortalezcan tu perspectiva.
8
Imagina la carrera ideal
Visiona la prueba ideal y lánzate en busca de ella.
9
Disfruta el momento
Vive el instante, evita en tu interior los pensamientos negativos que con toda seguridad perjudicarán tu rendimiento.
10
Centra tu atención en los pequeños detalles
No pienses en tu marca final, olvida tus adversarios y concéntrate en hacer bien tu trabajo y afianza aquellos pequeños detalles que al final serán decisivos.
Bibliografía
Orlick, T (2004) Entrenamiento mental. Editorial padiotribo
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Muy buen artículo!
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