Agustín Artiles Grijalba –Champi-
Puede que hayas tenido un día horrible, en el que todo sale distinto a como tú esperabas, en el que lo único que te apetece es llegar a tu casa, tumbarte en la cama de tu habitación y estar en silencio.
Son momentos de soledad y tristeza en el que te encuentras vacío y lo que menos deseas es mantener una conversación agradable, o escuchar el sonido tortuoso de las palabras de tus padres, que una y otra vez golpean tu mente, recordándote que al menos cumplas con tus obligaciones escolares.
Te gustaría que todo fuera distinto, que los resultados deportivos fueran otros y que todo resultara tan fácil como imaginas. Le das vueltas a la cabeza continuamente y te castigas maldiciendo tu mala suerte, ansías encontrar respuestas a tu bajo rendimiento y te preguntas por qué esta situación te tiene que a pasar a ti. No pides nada del otro mundo, tan solo quieres saber qué hacer, poner de nuevo en marcha tu rumbo y pasear de nuevo tus ilusiones por el sendero de la alegría.
Nadie dijo que tener éxito fuera sencillo, de hecho todos hemos pasado por situaciones similares y no por ello decidimos rendirnos, competiciones horrorosas que provocan todo nuestro enojo y desengaño y se convierten en nuestro rival más peligroso.
Tal vez sea el momento ideal para valorar tu fuerza mental y tu espíritu de superación ante las adversidades, verificar en primera persona lo que estás dispuesto a hacer para lograr tus metas.
Sal de casa y no te quedes encerrado. Llama a tus amigos, ve al cine, airea tus pensamientos y deja que el tiempo y el trabajo marquen la ruta a seguir. Al fin y al cabo la natación es lo que más te gusta y tus esperanzas se merecen otra oportunidad, seguramente cuando menos lo esperes y más lo necesites, se presente una nueva ocasión.
Entonces estarás preparado