Agustín Artiles Grijalba –Champi-
Cuando realizas tu sesión de entrenamiento hay muchas cosas que son importantes, que precisan de todo tu empeño y otras que realmente interesan de verdad y requieren la máxima concentración.
La intensidad con la que vas a entrenar durante las próximas horas, la manera de ejecutar tus impulsos y virajes, la concentración en perfeccionar tu estilo más débil o la forma más efectiva de recuperar tus energías, son objetivos que vas a tener frente a ti y que importan de veras y a los que debes prestar toda tu atención si quieres alcanzar tu excelencia.
Lo que sucederá en los días siguientes, la discusión con tu pareja, tal vez la derrota de tu equipo favorito de fútbol son aspectos que tal vez te inquieten, pero que en estos momentos son triviales. Lo que verdaderamente te incumbe y va a dejar mayor huella en tu preparación son los minutos siguientes.
Aprende a diferenciar que es lo que realmente necesitas en cada circunstancia y perfecciona tu capacidad de abstraerte de tus preocupaciones y excluir de tu mente lo que no te beneficie. De hecho las mejores prestaciones y el máximo rendimiento casi siempre se obtienen cuando estás totalmente sumido en tu actuación.
Trabajar duro, centrarse en la mecánica del estilo, regular de forma eficaz la intensidad de las series y repeticiones, hidratarse convenientemente durante la sesión de trabajo, animar a tu compañero de calle para que supere sus metas, son situaciones habituales que suceden en cualquier sesión de natación y que requieren toda tu disposición y pujanza.
Quizá las siguientes ideas puedan serviros en vuestras intenciones:
- Cuando estés entrenando o escuchando las indicaciones de tu entrenador, libera de tu mente los pensamientos innecesarios y pon toda tu atención en lo que dice y explota sus consejos.
- Aprovecha los descansos entre repeticiones para recuperar lo mejor posible. No malgastes energías, que luego necesitarás. Relájate y pon todos tus sentidos en lo que estás haciendo
- Puede que te canses en exceso porque tienes tendencia a empezar muy rápido las series. Aprende a controlar tu ritmo, analiza tus sensaciones mientras nadas. Observa, compara y distingue las señales que te envía tu cuerpo y canaliza toda esa información para ser mejor nadador.
- Fíjate exclusivamente en tu objetivo más próximo, por pequeño e insignificante que pudiera parecer y dale el valor que se merece.
- Preocuparse por tus fallos es importante, pero lo es más aun implicarse en hacer lo correcto y potenciar al máximo tus habilidades.
Si quieres alcanzar una meta muy difícil, o hacer realidad tu sueño deportivo has de tener un motivo, ir a por él cueste lo que cueste, ser fuerte y constante cuando surjan los imprevistos y mantener vivo cada día el latido.
Cada sesión de entrenamiento es una oportunidad única para mejorar y alcanzar tus propósitos. Olvida el futuro, presta atención al presente y tal vez hoy encuentres ese día ideal para sonreír y darle tu cordial bienvenida.
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