Agustín Artiles Grijalba –Champi-
Una tendinitis del manguito de los rotadores que te impide entrenar a la intensidad adecuada. Un dolor en la rodilla que exige descansar en el momento más inoportuno de la temporada, tal vez una competición desafortunada que provoca todo tu enojo y desengaño y se convierte en tu peor pesadilla, o simplemente un día horrible en el que todo sale distinto a como tú esperabas, en el que lo único que te apetece es llegar a tu casa, tumbarte en la cama de tu habitación y estar a solas en silencio.
Son momentos duros de soledad y tristeza en el que te encuentras vacío. Echas de menos tu energía y lo que menos deseas es mantener una conversación agradable, escuchar el sonido tortuoso de las palabras de tus padres, que una y otra vez golpean tu mente, recordándote que al menos cumplas con tus obligaciones escolares.
Ojalá todo fuera distinto, los resultados deportivos fuesen otros y todo resultara tan fácil como imaginas. Le das vueltas a la cabeza una y otra vez, te castigas maldiciendo tu mala suerte, ansías encontrar respuestas a tu bajo rendimiento y te preguntas por qué tiene que pasarte a ti. Al fin y al cabo no pides nada del otro mundo, tan solo quieres saber qué hacer, poner de nuevo en marcha tu rumbo y pasear otra vez tus ilusiones por el sendero de la alegría.
Nadie dijo que alcanzar el éxito fuese sencillo, de hecho todos hemos pasado por situaciones similares y no por ello decidimos rendirnos. Tal vez sea el momento idóneo para valorar tu fuerza mental y tu espíritu de superación ante las adversidades y verificar en primera persona lo que estás dispuesto a hacer para lograr tus metas.
Aislarte no es bueno para tí y no me parece la solución apropiada. No te desesperes, ten paciencia, sal de casa y no te quedes encerrado. Llama a tus amigos, sal con ellos, airea tus pensamientos, deja que el tiempo y el trabajo hagan su trabajo y marquen la ruta a seguir.
Al fin y al cabo tú eres lo más importante. La natación es tu pasión, tus esperanzas bien merecen otra oportunidad y es posible que cuando menos lo esperes y más lo necesites, se presente otra de nuevo.
Entonces estarás preparado
“El destino es caprichoso y a veces injusto. En ocasiones recompensa tu esfuerzo cuando menos lo mereces y en otras circunstancias prefiere hacerlo cuando ya parece todo perdido”.
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Y esto lo escribe una persona que se dice entrenador??
La verdad que que estas palabras están muy lejos de la realidad, si un nadador o deportista llega a esta situación puedes replantearte tu papel como entrenador, hay miles de cosas preventivas, tanto físicas como psicologías que pueden evitarlo, hasta el entrenamiento invisible y recuerdo que existe y es muy importante.
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Gracias por tus consejos, son bien recibidos. Los tendré en cuenta y te agradezco que hayas dedicado parte de tu valioso tiempo en leer este post. Un saludo
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