LO BARATO SALE CARO

Agustín Artiles Grijalba –Champi-

Nos llevamos las manos a la cabeza y con toda razón cuando  escuchamos o leemos en las noticias que una persona anónima suplantó la identidad de un profesional cualificado y ejerció en beneficio propio labores que no le correspondían, poniendo incluso en determinados casos en riesgo la salud de otros ciudadanos y representando además un evidente delito de intrusismo, al prestar un servicio por el que no estaba capacitado, ni técnica ni legalmente para ello.

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Algo parecido sucede a menudo en nuestro deporte y sin embargo apenas nos extrañamos. Puestos relevantes de entrenador son ocupados básicamente por gente, que carecen de los conocimientos lógicos de la actividad y la titulación exigida, con la evidente inseguridad que conlleva para los nadadores/as y el perjuicio que supone para los verdaderos profesionales, que ven de esta forma limitadas sus opciones técnicas y laborales, principalmente por algunos de los siguientes motivos:

  • Los problemas económicos de los clubes, que fuerzan a muchos de ellos a realizar este tipo de elección, por el previsible “ahorro económico” que significa, sin tener en cuenta que en ocasiones lo barato sale caro.
  • La convicción, en mi opinión errónea, de que serán capaces de realizar por menos dinero el mismo trabajo que un profesional preparado, sin tener en cuenta la responsabilidad adquirida hacia los deportistas.
  • La falta de cultura deportiva, consideración y empatía hacia la figura del técnico en nuestro país, como si este no fuese un preparador especializado y merecedor de un sueldo digno, que justifique la actividad que realiza.

Parece como si el entrenador de natación tuviera que demostrar continuamente su valía, o simplemente ejerciera una labor sencilla y carente de interés a los ojos de los demás, sin apenas requisitos y al alcance de cualquier persona en su sano juicio, que tuviera un crono en la mano.

Nada más lejos de la realidad. Contar en tu equipo o centro de entrenamiento con un profesional cualificado, autorizado y preparado es una decisión apropiada e inteligente y en la mayoría de los casos repercutirá en beneficio de la entidad y los deportistas, por diversas razones como las siguientes:

  • Ser entrenador no es fácil, requiere pasión, liderazgo y sacrificio, además de los conocimientos propios de la actividad y la paciencia y firmeza necesaria para sacar adelante las metas. De hecho las decisiones que toma, la manera que las ejecuta influyen en el desarrollo personal de los deportistas a su cargo.
  • Es ejemplo a seguir para los nadadores, especialmente por la gran cantidad de tiempo que ellos pasan a su lado y el encargado de transmitir, hacer cumplir las normas y valores de comportamiento dentro de la piscina.

En definitiva, los técnicos entendemos que los puestos de trabajo más importantes merecerían ir en consonancia con los méritos profesionales de cada uno, como en cualquier otra actividad y que las razones económicas a la hora de elegir entrenador, aunque poderosas, no lo deberían ser tanto a la hora de escoger un profesional competente, que adquiera la responsabilidad y el compromiso de preparar y educar deportistas, que gozan del derecho a una programación adecuada y eficiente, que cubra sus necesidades elementales y que garantice el aprendizaje lógico, respetando y aprovechando las fases sensibles para la aplicación de las cargas de trabajo.

Imágen

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