Agustín Artiles Grijlaba –Champi-
Quizá otra nadadora en su lugar se hubiera rendido. Tal vez tirado la toalla, renunciado a sus posibilidades y dar por buena una 4ª plaza final. Ella no, su mentalidad y sus aspiraciones no se lo permiten. Desde ayer es triple medallista olímpica y tiene claro que si quiere obtener el triunfo final tendrá que buscarse la vida, que no es sencillo y que solo será posible con coraje y valentía.
Nadie como ella para transmitir esos sentimientos
No le importa la intensidad de los retos, ni el tiempo que estuvo inactiva por una lesión. Lo único que le interesa es superarse y sentirse capaz. Sabe lo que quiere y si es necesario entrenará hasta en la bañera de su casa con tal de alcanzar sus deseos. No tiene nada que perder y mucho menos tener miedo. Ha sentido en su alma la derrota más absoluta y ha saboreado en multitud de ocasiones las mieles del triunfo. Está de vuelta de todo y su pasión y fuerza de voluntad le imprimen valor y carácter.
ELLAA ES MIREIA BELMONTE GARCÍA
BRONCE OLÍMPICO EN 400 ESTILOS
Para la mayoría de los nadador@s nadar unos Juegos Olímpicos y mejorar sus registros personales colmarán con creces sus aspiraciones. Otros perseguirán el sueño de clasificarse para las pruebas finales y unos pocos elegidos lograrán un lugar de privilegio en el pódium de vencedores.
A menudo la diferencia entre uno y otro nivel se encuentra en los propios pensamientos, en la forma de plantear la carrera y especialmente en no darte nunca por vencido cuando todo parece inalcanzable.
Si la medalla de bronce lograda por Mireia Belmonte es importante, más me lo parece la forma de conseguirla, su espíritu combativo y de superación hasta el último aliento, aunque durante la carrera pareciera destinada al 4º puesto.
La emoción de sus últimas brazadas, el empuje final hasta tocar la placa de llegada y sobre todo la infinita confianza que transmite en los aficionados genera felicidad y empatía. De hecho tienen claro de antemano que jamás se dará por vencida y que si algunas de sus rivales quieren ganarla tendrán que dejarse la vida para lograr superarla en la pared de llegada.
La presión mediática por obtener una medalla en nuestro país cuando se acercan los Juegos y eres un@ de los favoritos es indescriptible. Mireia no ha sido una excepción, ha sabido convivir con esa intimidación, ha entrenado con una dureza increíble y ha demostrado que cuando se quiere se puede.
Las dudas en su rendimiento generadas por la “bursitis” en sus hombros, que le impidieron entrenar con normalidad y le obligaron a renunciar hace un año a nadar el Mundial de Kazán, unido a un programa tremendamente ambicioso compuesto por 6 pruebas, en las que competirá además en eliminatorias y finales, hace más extraordinario si cabe sus metas y se encarga de paso en disipar esos temores.
Sirve también para que nuestro deporte alcance un status mediático impensable, que se hable de una vez por todas de natación en nuestro país y que la medalla ocupe las portadas de la prensa nacional. Todo el mundo conoce a Mireia. Los niñ@s quieren ser como ella y emular sus proezas y aunque ese efecto probablemente no perdure en el tiempo y se diluya de alguna manera cuando finalicen los Juegos, debemos ser capaces de aprovecharlo para nuestro deporte
Mireia Belmonte es nuestro estandarte, el punto del iceberg de la natación española. Sus hazañas se han basado en el trabajo duro, en una esmerada planificación deportiva y en una confianza infinita en sus posibilidades y eso es un gran ejemplo para nuestros nadadores y además y lo más importante, es que está muy bien acompañada.
El record de España y la 8ª plaza lograda por Joan Lluis Pons en los 400 estilos, la plusmarca nacional y el gran rendimiento de nuestras ondinas (Fatima Gallardo, Marta González, Patricia Castro y Melanie Costa) en el cuarteto 4×100 libre en la primera jornada de las pruebas de natación de Río 2016, así lo confirman y podrían servir de revulsivo y efecto contagio en las próximas jornadas.
Nuestros chic@s se ven más capaces de lograr cualquier reto. Sus amigos y compañeros con los que comparten a menudo entrenamiento y competiciones lo han conseguido. Disfrutan sus éxitos como propios por televisión, conocen sus marcas y sus aficiones, chatean con ellos por las redes sociales y les dan la enhorabuena. De alguna manera quieren ser como ell@s y emular sus proezas.
Imágen: