Agustín Artiles Grijalba -Champi-
ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LA PLANIFICACIÓN DE LA TEMPORDA
El objetivo principal de un entrenador es conseguir que sus nadadores naden rápido y que realicen sus mejores prestaciones en el pico más alto de competición. Hay muchos caminos válidos para lograrlo y una amplia gama de programas de entrenamiento que nos pueden ayudar a conseguirlo.
La decisión final dependerá en gran medida de la experiencia personal de cada preparador, de su destreza en aplicar de manera correcta las cargas de trabajo, de su pericia y veteranía, y también de otros componentes que influyen de una u otra manera en el rendimiento final del deportista y que enumero a continuación algunos de ellos:
- La edad del nadador
- El nivel de forma
- Los años de preparación
- La especialidad
- Las condiciones de preparación
- El calendario de competiciones
- Posibles imprevistos (lesiones, enfermedades, exámenes)
Teniendo en cuenta estos y otros elementos, de las múltiples opciones de planificación que disponemos y por cual nos decidamos, sería aconsejable bajo mi punto de vista que estas metas ostentaran unas características elementales:
- Que sean flexibles y adaptadas a los condicionantes propios de la preparación y a las circunstancias de cada nadador
- Lógicas, sensatas y realizables, acordes al sentido común
- Específicas e individualizadas a los intereses de deportista
A la hora de diseñar una temporada de entrenamientos sería bueno tener en cuenta unos pasos que otorgarían a nuestro proyecto final un plus de credibilidad, seguridad y autenticidad
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Análisis de la temporada anterior
Nos proporcionará información valiosa del nadador. Nos permitirá además prevenir y corregir errores del pasado, discernir si las cargas de trabajo fueron o no las adecuadas y si los nadador@s alcanzaron tal vez su pico de forma en competiciones previas, que luego afectaron al rendimiento final y por consiguiente incidieron negativamente en la puesta a punto del nadador.
Si los nadador@s también cumplieron como debieron con sus obligaciones deportivas, o si por el contrario no pudieron porque estuvieron enfermos y lesionados y no pudieron realizar el número de sesiones programadas. Al final son detalles que cuentan y que deberíamos tener siempre presentes a la hora de diseñar una nueva temporada de entrenamientos, como los siguientes:
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Examinar las condiciones de tus nadadores al comienzo de la temporada o del siguiente ciclo de preparación
Comprobar su estado de forma en los momentos previos al comienzo de la preparación de una nueva campaña y después del periodo transitorio.Tener en cuenta también el tiempo que llevan sin entrenar y el nivel de forma en ese momento. Testar a los nadadores y comparar los resultados actuales con los previos y si estos son inferiores comenzar con cargas de trabajo más bajas y lógicas en las primeras semanas de entrenamiento.
Recordar que con los nadadores más jóvenes y en constante crecimiento sería apropiado al principio de temporada realizar mediciones que nos aportaran información fiable en este aspecto y que nos permitiría ajustar convenientemente las cargas de trabajo y aprovechar los periodos sensibles de su desarrollo.
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Elección del modelo de planificación y fijación de objetivos individuales y colectivos
Determinar el número y duración de los ciclos de entrenamiento, teniendo presente las condiciones de preparación. El nivel, edad y peculiaridades del deportista, si el nadador en cuestión en velocista, o si por el contrario sus cualidades van más encaminadas a las pruebas de media y larga distancia y planificar detalladamente también el trabajo en seco.
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Selección de competiciones en las que van a participar
Distribución de las competiciones principales y secundarias, que nos servirán de preparación previa para nuestros intereses, en estrecha relación con la planificación elegida y siempre encaminadas a lograr el mayor rendimiento en la competición principal.
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Elección de estrategias de entrenamiento y de tests adaptados a la especialidad del nadador
Algunas opciones pueden ser:
Incrementar el volumen y duración de trabajo aeróbico, generalmente al principio de temporada o ciclo. Aumentar la frecuencia de entrenamiento, duración, distancia cubierta y la disminución del descanso entre repeticiones. Ampliar progresivamente el número de competiciones, especialmente en la segunda parte de la temporada, la calidad de las mismas y el número total de pruebas a nadar.
Los controles de seguimiento deberían ser elegidos en base a la estrategia de entrenamiento, a la prueba en cuestión, grado de preparación del atleta, edad y otros aspectos ya mencionados y por tod@s sabidos.
En definitiva,
El objetivo principal de la planificación es la búsqueda de la vía correcta de preparación del nadador, con el objeto de conseguir una progresión eficaz.
No solo se trata de alcanzar los mejores resultados en las competiciones principales y distribuir de manera eficaz las competiciones principales impuestas por los calendario, es necesario además tener en consideración los condicionantes propios de cada deportista, su edad y nivel deportivo, tenerlo claro y llevarlo a la práctica y comprender que los más jóvenes necesitan trabajar a más largo plazo, siempre respetando sus niveles de maduración
-Un proyecto detallado y minucioso de la temporada nos permitirá que todo lo que hagamos parezca natural y sencillo-
Referencias
Genadijus Sokolovas Seasonal training design. Swimming World. Vol 46, nº 5. 2005
Navarro F Rivas A. Planificación y Control del entrenamiento de natación. Madrid: Gymnos; 2001
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