LA CANTERA SOMOS TODOS

Agustín Artiles Grijalba -Champi-

A veces se nos llena la boca de flores cuando nos atrevemos a presumir sin rubor de nuestra ignorancia y aseguramos con cierta arrogancia que trabajamos la cantera.

Todos los conocemos, son clubes que han escrito su historial deportivo bajo el prisma de la superación y el compromiso. Los cimientos de sus éxitos están empapados de ilusión e ingenio, pero sobre todo firmemente robustecidos por una filosofía de trabajo que difícilmente dejará de dar sus frutos.

Su poder reside en la confianza que otorga el trabajo bien hecho, en la seguridad que también genera creer en todo momento que lo que están haciendo es lo mejor para alcanzar los objetivos y sobre todo en la prioridad que conceden a que sus logros deben sostenerse en el trabajo y el esfuerzo de multitud de nadadores que desde sus primeros pasos bañan sus ilusiones deportivas en su distinguida y exitosa escuela de natación, convirtiendo una modélica y prolífica cantera que nunca se agota, en fuente inagotable de victorias.

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Es lógico entender que una buena y nutrida cantera es el objetivo de cualquier entidad que se precie, poseer además una estructura de trabajo bien definida, una atmósfera de entrenamiento apropiada y exigente, dirigida y encaminada a potenciar las habilidades y el rendimiento de los nadadores que la integran y obtener de esa manera los beneficios propios de una precisa e ilusionante planificación deportiva, desde los comienzos hasta la edad adulta, etapa donde deberían recogerse los mayores beneficios

Toda esa forma de entender la natación parece en ocasiones se desvanece y da paso por diferentes motivos cuestionables y generalmente austeros,  a la improvisación y a la búsqueda de otros intereses que poco tienen que ver con las motivaciones expuestas y cuando en muchos casos ni tan siquiera confluyen los argumentos económicos que los disculpen.

Es evidente el innegable y a veces poco reconocido trabajo que realizan muchos clubes españoles sin apenas recursos, para llevar adelante con éxito y algo de ayuda divina  su proyecto deportivo. Lo que ya no me parece tan convincente es cuando escuchamos algunas afirmaciones cómo pretextos para abandonar a su suerte los objetivos de nadadores en edad absoluta.

Cuando se olvida y desprecia también el compromiso adquirido con esos deportistas a través de los años, bien por desconocimiento e ignorancia,  falta de interés, o tan solo por ausencia de empatía y consideración hacia ellos, verdaderos protagonistas de nuestro deporte y que ven irremediablemente perjudicadas sus opciones por una decisión cuanto menos cuestionable, especialmente cuando ni tan siquiera confluyen argumentos económicos que los disculpen.

Este nadador ya no sirve, está quemado y acabado. Es demasiado mayor para seguir nadando, hay que dar paso a los más jóvenes

“Esta temporada trabajaremos la cantera»

Son tan solo algunos ejemplos de aquellos comentarios que nos toca escuchar a menudo en nuestro entorno  y que  la mayoría de las veces carecen de fundamento alguno. Los he oído tantas veces que a veces he llegado incluso a creérmelos.

¿Qué mensaje se quiere enviar cuando se pronuncia esta frase?

¿En que se basa exactamente semejante afirmación?

Seamos realmente conscientes de la responsabilidad que conlleva emitir semejantes aseveraciones, sensatos y escrupulosos con la correcta  interpretación  de  lo que a nuestro modo de ver implica proteger y velar la cantera, sin la necesidad de menospreciar por ello los sólidos argumentos que nos ofrece la natación absoluta.

LA CANTERA SOMOS TODOS

Desde los más pequeños que acuden por primera vez a la piscina hasta los más mayores, que depositaron sus esperanzas deportivas en nosotros. Los mismos que decidieron encomendarnos su preparación deportiva durante años y que cuando alcanzan la madurez deportiva no esperan otra cosa que seguir gozando de nuestra confianza.

Todos los estamentos no deben estar exentos de compromiso y de una u otra manera nosotros los técnicos nos corresponde dirigir sus ilusiones, dibujar una hoja de ruta los más precisa posible que nos permita controlar y aprovechar la correcta progresión de su entrenamiento a través de una programación adecuada y eficiente, que cubra sus necesidades elementales y que garanticen el aprendizaje lógico, respetando de manera conveniente las cargas de trabajo.

La natación absoluta es una necesidad y debería ser también la meta final de la natación de base. Trabajamos la cantera para tener natación absoluta-

Pedro Díaz

Entrenador de la ADSC

Imágen

https://wa.swimming.org.au/article.php?group_id=2780&id=2

 

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