Agustín Artiles Grijalba -Champi
Estás deseando que llegue la hora de entrenar. Vas a repetir el mismo Test Anaeróbico Láctico de hace 10 días y estás loco por comprobar cómo van las cosas. Llegas a la piscina y te encuentras con un panorama desolador. Se ha roto la calentadora y el agua está excesivamente fría, la situación aconseja dejar el intento para otra ocasión y cambiar el objetivo del entrenamiento. Al final tan solo 30’ de nado continuo y una sesión más específica de seco componen la carga del día.
Los imprevistos suceden y has de estar preparado para cualquier contratiempo. Ten siempre un plan “B” para aquellas situaciones que escapan a tu control. Una tormenta en la hora del entrenamiento, que os impide nadar, un exceso de cloro, una inoportuna molestia física son eventualidades inesperadas que a veces ocurren, pero que no tienen por qué impedir el normal desarrollo de la actividad.
Es posible también que en determinadas ocasiones el nadador se encuentre excesivamente fatigado o desganado por cualquier motivo. No dudes en cualquier caso adaptar e incluso cambiar el objetivo de la sesión por otro más adecuado y acorde a las circunstancias del momento.
Tener en cuenta estas coyunturas, la opinión y las sensaciones del nadador en un momento insospechado e inoportuno no implica descontrol alguno, sino todo lo contrario.
Significa flexibilidad, personalidad, implicación, liderazgo, dominio de la realidad y profesionalidad.
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