Agustín Artiles Grijalba -Champi-
A veces tratamos de encontrar lo que a menudo tuvimos a nuestro alcance. Cuando lo pudimos acariciar no lo supimos conservar y mucho menos conquistar en los momentos que más lo necesitaron, e irremediablemente lo perdimos
En ocasiones escuchamos en nuestro entorno que un nadador está acabado y quemado con demasiada ligereza y osadía, sin motivos sólidos que demuestren tal afirmación, tan solo porque tuvo una mala actuación o una temporada deficiente.
No creo que existan nadadores acabados, tal vez desilusionados y de alguna manera abandonados a su suerte, que renuncian por falta de estímulos y porque no son o fueron capaces de encontrar motivos consistentes e ilusionantes para continuar haciendo lo que mejor saben, Nadar. Chicos y chicas que poseen en su interior mucha calidad que aportar y dejan con su marcha un vacío muy difícil de cubrir.
Lo más curioso e incomprensible es que están tan cerca de nosotros que los podemos sentir y aun así pasan desapercibidos por nuestras exigencias y prioridades, decepcionados porque esperaban más de nosotros y cuando fue necesario no supimos estar a la altura de tanto entusiasmo, o semejante tristeza y fuimos incapaces de concretar fórmulas para evitar que sucediera.
Parece como si nuestra memoria hiciera aguas y no alcanzara a recordar aquellos instantes de magia que todos celebramos y no dudamos en atribuirnos como propios cuando algunos de estos deportistas vistieron sus ilusiones de fiesta y lograron proezas inimaginables que parecían estar muy lejos de los mejores proyectos.
Quizá lo que nos falte a todos es aprender a ser más flexibles, proteger y defender a los nuestros bajo cualquier circunstancia y también ser capaces de acometer decisiones valientes en favor de sus intereses, que también son los nuestros.
Imágen
https://horasyminutos.com/2016/08/06/omega-los-juegos-olimpicos-2/