Agustín Artiles Grijalba -Champi-

Frase habitual en el deporte de alta exigencia competitiva y en la vida real, que en mi opinión implica presión desmedida y frustración cuando no se consiguen las metas, especialmente en deportistas jóvenes y en formación, que entienden al escucharla  que el éxito va ligado únicamente a la obtención del premio más alto

Con ella de alguna manera le estamos diciendo a los chicos que no importa lo que hagan y lo mucho que se esfuercen si al final no son los mejores, cuando la verdadera realidad es que tan solo una reducida minoría son los que pueden ganar.

La pobre y en mi opinión errónea  lección que les estamos transmitiendo y que ellos perciben es que su trabajo no cuenta, que toda la ilusión y esfuerzo que hayan invertido en el pasado e inviertan en su futuro solo tendrá sentido y valdrá la pena si viene bañada por el dulce aroma del éxito y que de no ser así todo lo que hayan hecho y aprendido por el camino se perderá en el olvido.

Me pregunto si se pueden poner diques a un sueño, si de verdad lo único que interesa es vencer a cualquier precio.

Claro que como entrenador quiero ganar y cuántas más medallas mejor, pero los demás también. Deseo con todas mis fuerzas tener grandes nadadores y que se luzcan en las competiciones, faltaría más. Sin embargo con el tiempo y la realidad te vas dando cuenta de que la forma de ver un fracaso y vivir la victoria son aspectos que no necesariamente tienen por qué ser compartidos por todos y para lo único que sirve una presión desmedida es para destruir.

Puede resultar  atrevido  lo que digo, incluso falto de ambición por mi parte, pudiera parecer que pretendo dar consejos cuando en realidad no me siento ejemplo de nada, si acaso de hacer lo que mejor que sé, sin hacer daño a nadie. Ser una buena persona y vender  el deporte que amo

El sudor y al disciplina son los recursos de quien quiere triunfar, ser lo mejor que puedas ser cada día es tu mayor garantía

Todos  gozamos del privilegio de decidir la importancia que tienen las cosas, cuáles son nuestras prioridades y personalmente considero que nuestros logros son como una dulce golosina, se saborean mejor poco a  poco en la vorágine del día a día de la preparación Son la suma de tu trabajo y tus experiencias, no de lo que los  demás esperen de ti, sino de lo que tú desees

Unas veces se vence, otras se pierde y en el camino siempre se aprende

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