Agustín Artiles Grijalba -Champi-

Una joven nadadora con un gran potencial obtiene marcas estupendas en la mayoría de las pruebas que participa, sin embargo muchas de sus opciones de subir al podio se pierden habitualmente en los virajes.

Un día durante la retransmisión de un evento internacional por televisión observó con entusiasmo y admiración que las nadadoras que mejor volteaban adquirían una ventaja notable con el resto de contrincantes, comprobando que ellas eran precisamente las que llegaban primeras.  Visiblemente entusiasmada, tomó una sabia decisión.

¡Sería como ellas!

En cuanto llegara  a la piscina al día siguiente se pondría manos a la obra, incrementaría el tiempo dedicado a la mejora de tan importante aspecto, depuraría con la ayuda de su preparador la técnica correcta de cada uno de los volteos de cada estilo y de esa manera poco a poco iría alcanzando sus propósitos deportivos y quién sabe si algún día ella sería la protagonista principal de esta historia de superación.

Cada 1000 metros de entrenamiento en piscina corta puedes llegar a realizar hasta 40 virajes. Multiplica es cantidad por el número total de km que realizas diariamente y te darás cuenta de las oportunidades que tuviste en la sesión para perfeccionar ese gesto técnico.

Si te paras a descansar en la pared antes de tiempo, si realizas un ruso a espaldas de tu entrenador siempre saldrás perdiendo. Concéntrate y acelera cuando te aproximes al muro y no te relajes. Ejecuta el volteo con la energía conveniente, impúlsate como debes y aprovecha las opciones que te da el reglamento.

Seguramente de esta manera llegará el día que como nuestra heroína te des cuenta de las oportunidades que has dejado escapar y del enorme rédito que podrías obtener si de aquí en adelante concentras todo tu empeño en optimizar tan importante elemento.

Los virajes ganan carreras

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