EL CLUB DE TUS AMORES

Agustín Artiles Grijalba -Champi-

A veces viajo en el tiempo y recuerdo con cariño cuando era adolescente y lo que más deseaba era que llegara la hora de ir a la piscina, al club de mis amores.

Eran casi las tres de la tarde, había terminado de comer hacía diez minutos y la impaciencia me consumía. Deseaba que fuese un poco más tarde, encontrarme de nuevo con mis colegas y charlar con ellos un rato antes de empezar la sesión de entrenamiento.

Mamá, me voy al club

No seas pesado, espera un poco a que hagas la digestión.

¿Has hecho los deberes?

Sí mamá, los hice ayer por la noche.

Venga, déjame ir, que quiero ver a mis amigos.

Marcha ya. Pórtate bien y haz caso al entrenador, que no me de ninguna queja tuya

¡No te olvides la merienda!

«Consignas que de inmediato se convertían en ley»

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