Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Todos tenemos nuestro momento de gloria. Un día en el que todo sale de cara y te conviertes en el protagonista de tus mejores sueños y lo que más te gustaría es que durara eternamente.
La primera medalla no es tan solo la que uno vivió, sino la que nunca se olvida. Era tu día y estabas allí para disfrutarlo
Su estilo no era fluido ni elegante, ni le importaba tener que entrenar con neopreno para soportar el intenso frío de la piscina. En ningún momento le preocupó que el médico le prohibiera nadar dos meses antes de su mayor éxito. Su ilusión y sobre todo su capacidad de soñar fueron motivos suficientes para hacer realidad su fantasía deportiva
Papá, voy a ser campeón de España
Alberto, no flipes,. Primero, tienes que hacer la mínima para participar, estas lesionado y solo queda una competición. Ya tendrás tu oportunidad en otra ocasión. Me equivoqué, no solo lo hizo, venció en el Campeonato de Andalucía y se colgó la medalla de oro, realizó tres mínimas nacionales y dos semanas después se proclamó Campeón de España de la Juventud en la prueba de 200 Espalda en Valladolid 2000, un día como hoy de hace hoy 20 años, ante la alegría de sus compañeros y mi cara de asombro
Alberto Artiles González, me demostró en aquel instante que no hay límites, que con esfuerzo, ambición y valentía, se puede tener un momento de gloria, aunque tus opciones indiquen lo contrario.
«Puede pasar mucho tiempo sin darte cuenta de lo que realmente vales y un día cualquiera el destino concentrará todo su poder en tu ignorancia»
Una medalla en un Nacional, una marca que parece inalcanzable, contribuir con tus compañeras a la victoria de tu club en un relevo decisivo, son retos increíbles y maravillosos al alcance de cualquier deportista que busque con trabajo y perseverancia, su propia excelencia.
En los sueños no hay nada imposible. En la realidad, tu pasión y coraje pueden hacerlo posible