Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Si yo digo, Montserrat Tresserras i Dou muchos os preguntaréis a quién me refiero. Si describo que en 1957 fue la primera nadadora española en cruzar el estrecho de Gibraltar tal vez os pique la curiosidad y queráis conocer más de ella. Si además, destaco que fue la primera mujer del mundo en atravesar el Canal de la Mancha en ambos sentidos, de Inglaterra a Francia y de Francia a Inglaterra (1961) y que en 1970 entró por méritos propios en el International Marathon Swimming Hall of Fame, es posible que esa curiosidad se transforme en admiración y si por si no fueran suficiente motivos os describo como entrenaba sus éxitos, probablemente no salgáis de vuestro asombro.
Aunque lo mejor es que lo escuchéis con sus propias palabras
Yo entrenaba en una piscina de 12 metros. En el borde tenía una montaña de piedras, que me servían para controlar los kilómetros que hacía. Cada varios largos cogía una de ellas y la posaba en otro montón y de esa manera llevaba la cuenta. Así, hasta que terminaba mi sesión de 20.000 metros.
¿Se puede ser más grande?
Ella fue una gran campeona, una pionera. La primera en abrir el camino a otras tantas mujeres que vendrían después, nadadoras de la talla de Rita Pulido e Isabel Castañé, las primeras en participar en unos Juegos olímpicos en Roma 70, de Mari Paz Corominas que nos demostró que una mujer española podría ser finalista olímpica en México 68.
Éxitos, labrados con actitud y perseverancia que nos saludan desde la historia. Mujeres que rompieron moldes en épocas muy complicadas, en los que ser mujer no debió ser sencillo en muchos aspectos.
Atletas que se merecen todo nuestros elogios y reconocimiento, por su atrevimiento, creatividad, pundonor y soltura, pero también por otras virtudes con los que se fabrican las metas deportivas y que a ellas les caracteriza, carácter, sueños en el corazón y amor propio
Cualidades similares a las de otras grandes deportistas actuales que por inconcebibles razones no siempre adquieren el valor que se les presupone, que tienen que soportar estoicamente los comentarios insidiosos de ciertos medios informativos, en particular los deportivos y de una parte de la sociedad (cada vez menos) y que en plena época actual no lo tienen del todo claro y a menudo describen (cuando lo hacen) en sus crónicas los méritos que atesoran, con las letras “DESI”, de desinformación, desigualdad y desinterés.
Romper barreras de género, que refuercen, consoliden sus capacidades y les den el protagonismo que se merecen es el camino que ellas imaginaron. Sin imposiciones ni arcaicos prejuicios, con responsabilidad y compromiso es seguramente el premio que más ansían, que incomprensiblemente tanto nos cuenta en ocasiones dar y el verdadero reconocimiento
Algo tan básico como respeto, igualdad de posibilidades y también una equidad en el trato cuando obtienen un triunfo destacado y esperan con optimismo que sus éxitos y los valores que representan alcancen la misma consideración, cobertura y repercusión mediática que la de sus compañeros masculinos, que para eso estamos en el siglo XXI, sin duda el mejor de los homenajes.
Exploradoras del buen hacer, virtuosas del atrevimiento, pioneras del alto rendimiento, grandeza. Una imagen vuestra es una promesa limpia y veraz sobre la que se construye la memoria del deporte
Imágen
1- María Peláez Navarrete, orgullo de la natación y el deporte español. 5 Juegos olímpicos nos felicitan desde la historia. Pundonor, sueños en el corazón y empuje
https://entredoscorcheras.wordpress.com/2011/05/11/biografias-cloradas-i-maria-pelaez/
2- Mari Paz Corominas, primera nadadora española finalista en unas olimpidas, en México 68
https://www.cope.es/blogs/merinadas-deportivas/tag/mari-paz-corominas/