Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Soy entrenador de natación. Me encanta mi profesión, estar al día de los avances técnicos y aprender cosas nuevas que ayuden a los nadadores a potenciar el rendimiento. No me molestan las críticas, si estás suman y adiestran. Lo que me preocupa es que se dude de nuestra profesión y de la capacidad de nuestros técnicos, que haya gente que crea que cualquiera con dos dedos de frente y un crono en la mano puede pararse al borde de una piscina y dar órdenes sin parar a los deportistas.
Un técnico de natación no es un mindundi, una persona insignificante y de poca categoría.. Es un mentor de personas, un experto deportivo encargado de la preparación de sus atletas, habilitado para transmitir confianza, conocimientos técnicos a sus brazadas y facilitarles los medios de entrenamiento óptimos bajo cualquier circunstancia.
Es cierto que entrenar el éxito no implica solamente decir a los nadadores lo que tienen que hacer en cada momento y dejarles que lo comprueben por sí mismo. Cómo en cualquier actividad profesional habrá preparadores que así lo comprendan y se involucren al máximo en su actividad y otros, sin embargo, nunca alcanzarán semejantes niveles de entusiasmo.
La natación necesita imaginación, aliento, iniciativa y atrevimiento, pero sobre todo IMPLICACIÓN
Nadadores que quieran progresar y se esfuercen por alcanzar sus metas, pero también profesionales más competentes que entrenen, afronten los obstáculos y trabajen no solo en la dificultad, sino también en técnicas que alienten a los atletas a ser mejores y les enseñen no solo la forma incorrecta de hacer las cosas, sino también la correcta.
La natación puede ser más atractiva y valiosa sin dejar de ser compleja y desafiante. Algunos entrenadores de hoy no somos del todo conscientes de ello.
Imágen
https://swimcoachstu.wordpress.com/