Agustín Artiles Grijalba -Champi-
La historia se repite, no lo puedo remediar. Perdonen mi expresión
¡¡Estoy cabreado!!
Siempre hay un pero, una razón para desprestigiar los éxitos de nuestro deporte. Nunca es suficiente para estar satisfechos del todo. Si nuestros nadadores obtienen medallas en competiciones internacionales importantes es porque faltaban algunos de los mejores. Si se suben a un pódium olímpico es porque entrenaban en otro país o nacieron en el extranjero.
Ahora resulta que la actuación de Mireia Belmonte en 400 estilos de Tokio 2020 y su clasificación para la gran final con el cuarto mejor tiempo se ha debido, según palabras del periodista del País, que firma el artículo, a que «varios planetas se alinearon en la conformación del universo más adecuado a las circunstancias de la española» y a varios factores, que sin ellos, la gesta de la badalonesa hubiese sido prácticamente imposible y que adorna con algún que otro azucarillo.
- El bajo nivel de las participantes
- La baja participación en una prueba que contó con 18 nadadoras
- El bajo estado de forma de las deportistas
- El abandono de 2 nadadoras destacadas, Sydney Pickrem y Kaylee McKeown
- El azar
- Nadar en la calle de al lado de Katinka Hosszu
¿HA TENIDO ALGÚN MÉRITO MIREIA?
CRÓNICA,PERIÓDICO «EL PAÍS»
4 medallas de oro en cuatro Juegos olímpicos, Campeona Olímpica en Río 2016. Abanderada de España en Tokio 2020. Plusmarquista mundial de 200 Mariposa, 400 estilos y 800 libre en piscina corta, Campeona del Mundo y de Europa. Medalla de Oro a la real orden al Mérito deportivo 2015. Mejor deportista española 2013,
¿NO SON SUFICIENTE AVAL? ¿NO MERECEN UN SINCERO RESPETO?
Me niego a justificar las informaciones vertidas y la falta de consideración hacia la deportista y la natación española, porque su historial deportivo es brutal y porque de alguna manera entraría en su juego y no me apetece en absoluto.
Lo que SÍ QUIERO es enumerar lo que supone Mireia para la natación y el deporte de nuestro país y la lectura que en mi opinión merecen sus victorias.
- El cuarto puesto de Mireia y el diploma olímpico ha sido esa apuesta 20 a 1 que rara vez se da y que muy pocos confían que salga, pero que si lo hace te sientes afortunado.
- Una nadadora con las ideas muy claras, que sabe lo que quiere y cuáles son sus prioridades, que si es necesario entrenará hasta en la bañera de su casa con tal de alcanzar sus deseos.
- Se ha presentado en Tokio en inferioridad de condiciones y a pesar de ello ha sabido estar a la altura. Nunca defrauda en los grandes eventos.
- Ha sentido en su alma la derrota más absoluta y ha saboreado en multitud de ocasiones las mieles del triunfo. Está de vuelta de todo y su pasión y fuerza de voluntad le imprimen valor y carácter.
- Los éxitos de Mireia representan una ocasión ideal para la confianza. Son una oportunidad para aprovechar el tirón, impulsar a la natación española y ayudarnos a creer más en nuestras posibilidades.
- Sus medallas y títulos sirven de inspiración a las nuevas generaciones de nadadores, que necesitan referentes e ídolos en quién fijarse y ven en ella un ejemplo de superación y perseverancia a seguir.
- Con su clasificación ha conseguido que muchos aficionados estén pendientes de su actuación en la gran final a altas horas de la madrugada.
- Sus logros actúan como efecto contagio. Una de las suyas lo ha conseguido, lo han disfrutado por televisión y todos de alguna manera se sienten más capaces y quieren mular sus proezas.
- Ha logrado de nuevo que nuestro deporte sea protagonista de las principales portadas de la prensa nacional e internacional., incluso con crónicas tan desafortunadas como la presente. Ha sido la abanderada en la ceremonia inaugural y esa es la mejor propaganda posible para la natación.
Pues no, señor periodista, El éxito de Mireia en Tokio y las victorias logradas a lo largo de su trayectoria deportiva son mucho más. Se han basado siempre en el trabajo duro, en una esmerada planificación deportiva, una confianza infinita en sus posibilidades y una marcada capacidad de superación y entrega en interminables sesiones de preparación y en los escenarios deportivos más privilegiados, los de las grandes citas. Insisto, lo menos que merece es RESPETO, CORTESÍA Y ADMIRACIÓN
¡Disfrutemos de una vez por todas con los éxitos del deporte sin tapujos ni disculpas!
No pasa nada por sentirnos orgullosos de nuestros nadadores, técnicos y deportistas cuando obtienen hazañas semejantes. Aprendamos a valorar de una vez la satisfacción del trabajo bien realizado. Apreciemos como merecen los años de esfuerzo y dedicación que necesitaron para conseguirlos y apoyemos sin pretextos ni fisuras sus triunfos y sinsabores.
Quizá lo que necesite el deporte español sea periodistas bien informados y especializados, que empaticen y relaten con rigor, objetividad y profesionalidad semejantes conquistas.
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