Agustín Artiles Grijalba -Champi-
El presente artículo fue uno de las primeras publicaciones del blog. La buena acogida que ha tenido el texto- más de 11.000 visitas en un mes- me ha animado a revisarlo, ampliarlo y reeditarlo de nuevo.
Un joven nadador deambula sin rumbo por la piscina. Está desolado, su rendimiento no ha sido el deseado y con gesto contrariado se aleja de sus compañeros. Nadie puede aplacar su angustia. A escasos metros una nadadora llora con amargura y se abraza desesperadamente a su entrenador. No puede comprender como su padre se ha marchado indignado por la marca obtenida y le abandona cuando más le necesita. Otro, sin embargo se queja de su mala suerte, le han descalificado en su prueba favorita y todo el trabajo de la temporada se ha esfumado y no para de preguntarse una y otra vez si tanto trabajo y esfuerzo mereció la pena.
Es la cara amarga del deporte, la derrota, todos los deportistas lo han padecido en alguna ocasión, actúa como un virus que se apodera de ti y te hace vulnerable. La ira, la desesperación, la apatía son algunos de sus síntomas. Contener y reducir sus efectos debe ser prioritario en nuestra preparación si queremos evitar abandonos prematuros.
Diversas son las causas por las que los niños se apuntan a natación. Aprender a nadar, conocer nuevas amistades, practicar una actividad deportiva saludable, por diversión y aprobación social o simplemente por mejorar la condición física o por recomendación médica, son algunas de ellas. Conocer y comprender los motivos por los que muchos deportistas se alejan prematuramente de las piscinas, descubrir la aparición precoz y prevenir sus consecuencias será prioritario y objeto de este estudio. He aquí algunas de esas razones
- Falta de interés
- Apatía
- Impaciencia
- Exceso de actividades extraescolares, que provoca estrés
- Los profesores aconsejan abandonar.
- Escaso tiempo para el juego y la diversión
- Malas notas.
- Castigo familiar
- Dificultades económicas
- Lesiones o enfermedades, que impiden entrenar.
- Problemas con el entrenador
- Burlas o insultos de los compañeros.
- Especialización temprana. Quemar etapas
- Triunfos o marcas prematuras por cargas inadecuadas
- Falta de experiencia
- Gusto por la diversión
- Perdida de motivación e ilusión
- Facilidad para practicar otras actividades a priori más atractivas
- Falta de apoyo familiar
- Escaso reconocimiento por parte del entrenador o familiares
- Presión familiar y deportiva
- Objetivos demasiado elevados, que provocan expectativas irreales
- Dificultad de acudir a la piscina al vivir lejos
- Miedo al fracaso
- Malos resultados deportivos, estancamientos o mesetas
- Frustración
- Cansancio y sobreentrenamiento
- Conflicto de intereses deportivos y amorosos
- Atmósfera de trabajo deficiente. Mucha gente por calle, nadadores de diferentes niveles y edad, entrenando juntos. Agua fría
- Falta de aptitudes para el deporte
- Ausencia de trabajo en equipo
- Incompatibilidad de horarios, con otra actividades
- Comentarios negativos
- Mucha actividad competitiva y escasa actividad competitiva
- Malos resultados o bajo rendimiento, que provocan desánimo
- Dificultad para cambiar de equipo. Solo existe uno en la ciudad o hay que pagar derechos de formación
- Excesiva responsabilidad
- Angustia ante la competición
- Medios escasos y deficientes de entrenamiento
- Escaso apoyo de la pareja
- Dificultad para compaginar la actividad con estudios universitarios
Estimación aproximada de los factores de abandono más frecuentes en natación, según las categorías de edades:
ESTRATEGIAS BÁSICAS PAR EVITAR EL ABANDONO
- Planteamiento de objetivos razonables y realistas
- Variedad en los entrenamientos
- Prácticas cortas y divertidas especialmente en nadadores jóvenes.
- Recuperación y alimentación correcta
- Inculcar responsabilidad y autonomía en el entrenamiento
- Proyección de películas motivadoras.
- Premiar el esfuerzo y los buenos resultados
- Relación más estrecha nadador –entrenador
- Enseñarles a ser positivos y que aprendan a afrontar los errores
- Inculcar confianza y seguridad en si mismo y en sus posibilidades.
- Enseñarles sus limitaciones
- Críticos consigo mismo.
- Explicar el porque de los entrenamientos
- Adecuar el entrenamiento a las características individuales del nadador
- Animar
- Enseñarles a reaccionar ante las adversidades.
- Corregir errores técnicos en cuanto se produzcan
- Tener paciencia y no quemar etapas
- Planificación de objetivos, consensuados
- Enseñarles a ser previsores
- Mostrar interés por el deportista
- Educar en compromiso a los atletas y padres
- Potenciar los valores al deportista
- Establecer objetivos reales, lógicos y alcanzables
- Metas a corto plazo, específicas e individualizadas
- Potenciar aspectos secundarios del nadador
- Ser positivo
- Transmitir ilusión
- Mostrar preocupación por los resultados escolares
- Mostrar respeto
- Apoyo familiar
- Ayudarles a compaginar estudios y deporte. Van unidos
- Educar en compromiso a atletas y padres
- Tratar al deportista como a un adulto
Preparar nadadores no es fácil. Los tiempos han cambiado y los nadadores buscan un entrenador que les enseñe, les dirija y les preste la atención que precisan. Muchos de ellos son deportistas jóvenes, en formación, que necesitan saber el porqué de los entrenamientos, que les importa la opinión de sus compañeros y que exigen el apoyo incondicional de sus familiares.
Entender que no se trata de adultos en miniatura, controlar su correcta progresión a través de una programación adecuada y eficiente, que cubra sus necesidades elementales y que garanticen el aprendizaje lógico, respetando y aprovechando las fases sensibles para la aplicación conveniente de las cargas de trabajo, será de vital importancia para evitar abandonos prematuros.