Agustín Artiles Grijalba –Champi-
En deportes de resistencia la cilindrada del motor humano viene definida por su capacidad de consumir el mayor volumen posible de oxígeno durante esfuerzos máximos. La natación es una actividad que precisa en muchos casos un elevado volumen de trabajo y que requiere una importante aptitud de trabajo del deportista, además de una adecuada capacidad de recuperación entre sesiones de entrenamiento.
Un porcentaje elevado de los nadadores más destacados en competiciones internacionales poseen un motor de alta cilindrada, que no siempre es excepcional, ni tan siquiera muy diferente a otros atletas de buen nivel. El promedio de consumo máximo de oxígeno de estos deportistas suele oscilar entre 55-70 ml./kg/min, en hombres y 40-55 ml/Kg/min, en mujeres, aunque en determinados casos de algunos campeones, especialmente de largas distancias, pueden alcanzar e incluso sobrepasar valores más altos, en ocasiones similares incluso a los mejores atletas de otras especialidades más exigentes, como los esquiadores de fondo (Adaptado de Alejandro Lucía)
Otra habilidad muy importante para ser un gran nadador es la técnica, la facilidad para fluir en el agua, desplazarse por el medio acuático sin esfuerzo aparente y que caracteriza a la mayoría de los deportistas de élite mundial (no siempre), además de la capacidad de nadar a muy altas intensidades, durante el mayor tiempo posible, sin entrar en acidosis láctica, o lo que viene a ser lo mismo, tener poco gasto energético a altas velocidades.
Aunque el VO2máx suele estar determinado en gran parte por la herencia genética del nadador, otras variables para tener éxito en nuestro deporte, son mejorables con el entrenamiento. Nadadores dotados con valores bajos de VO2max, lo pueden compensar perfectamente con una mayor eficiencia y viceversa.
Además de estas cualidades hay otra serie de características que, dependiendo de las facultades individuales del nadador, de su especialidad principal y de la naturaleza de sus objetivos, adquieren mayor relevancia y que suelen ser más propias de nuestros deportistas y que algunas de ellas enumero a continuación.
- Velocidad de reacción, especialmente determinante para aquellos nadadores cuyas pruebas principales son cortas y requieren un componente de velocidad elevado, en los que la señal de salida ocupa un porcentaje mayor de importancia en el resultado final de la misma y por consiguiente, en el éxito o fracaso del deportista.
- Habilidad para nadar y competir a una velocidad elevada, con la relajación necesaria y sin tensión aparente, que genere mayor rendimiento con el menor esfuerzo posible.
- Potencia anaeróbica elevada
- Coordinación
- Flexibilidad
- Inteligencia táctica, buen estratega
- Por lo general, mayor estatura y masa muscular en el tronco superior.
- Brazos largos y pies grandes.
- Diámetro biacromial amplio
- Baja densidad corporal
- Capacidades aeróbicas y anaeróbicas elevadas, especialmente en las pruebas de medio fondo.
- Importante capacidad de concentración y la habilidad necesaria para mantenerla durante un tiempo prolongado.
- Resistencia a la fatiga y a la tensión
Además de estas facultades, hay otras más difíciles de cuantificar, pero no por ello menos importantes y que sin duda alguna influyen en el rendimiento final del nadador.
La valentía, motivación, fuerza de voluntad, espíritu de sacrificio, perseverancia, constancia, actitud, confianza, control y fortaleza emocional, espíritu de cooperación, son atributos inherentes de cada nadador, que no caducan y que hacen que determinados deportistas aprovechen mejor sus aptitudes, en circunstancias más adversas.
Bibliografía
Alejandro Lucía Artículo “Cilindrada y eficiencia”. El país 2003
Tudor Bompa (2003) Periodización del entrenamiento. Hispano europea
Imágen
http://www.que.es/deportes/mas/fotos/nadadores-brasilenos-cesar-cielo-bruno-f284081.html