Agustín Artiles Grijalba -Champi-
No es cuestión de natación, ni tan siquiera el socorrido recurso del futbol, me niego a disculpar los errores informativos de los éxitos de los atletas españoles en deportes minoritarios.
Se trata de una cuestión de respeto, de valorar como se merecen los triunfos extraordinarios de nuestros campeones, aquellos que en un momento de gloria y sin importar la actividad que practiquen, sitúan el nombre de nuestro país en cotas insospechadas.
Da lo mismo que jueguen al futbol en un equipo importante, que sus tapones y canastas encandilen a los aficionados de medio mundo, que sus voleas en la red traspasen fronteras, o que Javier Fernández, el protagonista de este texto, logre una de los mayores hitos del deporte español de todos los tiempos. Si sus proezas no obtienen el reconocimiento y la transcendencia que se merecen, siempre tendremos un deporte mediocre.
Permitidme que hoy no hable de natación, que lo haga de cultura deportiva, de respeto y consideración hacia nuestros deportistas, que a pesar de sus triunfos históricos siguen sin obtener el reconocimiento completo que acreditan.
Es cierto que la hazaña de Fernández en el Mundial de Patinaje Artístico de Shanghái ha tenido mayor repercusión en los medios informativos que en otras ocasiones. Algunos canales de televisión han abierto su emisión deportiva con imágenes de su actuación, los periódicos más importantes de nuestro país y las redes sociales se han hecho enseguida eco de su conquista, pero también es verdad que en casos puntuales se descuidan los comentarios de nuestros informativos, las declaraciones de los presentadores, que sin rubor alguno son capaces en un solo instante de desmerecer y desprestigiar por completo el rotundo éxito de unos de nuestros compatriotas.
Ahora resulta que la medalla de oro lograda por el patinador español se debe a que su mayor rival y campeón Olímpico no tuvo su mejor día, que su histórico triunfo es fruto a la casualidad y al desacierto del gran favorito y compañero de entrenamientos.
¿Es necesario desacreditar su conquista?
Seguramente que estas declaraciones realizadas en televisión y en horario de máxima audiencia hayan sido sin mala intención o por desconocimiento, un desliz sin aparente importancia, pero que de alguna manera desacredita de manera cruel la hazaña de nuestro deportista.
La misma historia se repite una y otra vez, siempre hay un pero, una razón para dudar, como si nunca tuviéramos suficiente para estar satisfechos del todo. Si nuestros atletas logran hazañas internacionales es por casualidad, porque falló el rival, o porque faltaban algunos adversarios.
Quizá sea culpa nuestra y tengamos lo que nos merecemos, seamos demasiado impulsivos y celebremos a veces con excesiva pasión las conquistas de nuestros campeones y cuando fallan, nos lancemos en picado sobre ellos, como si fueran los culpables de nuestras frustraciones.
Tal vez nos avergüence celebrar los triunfos de los nuestros como realmente merecen, se trate de nuestro carácter, o simplemente se deba a una cuestión genética y lo llevemos implícito en nuestro ADN, o quizá lo que necesite el deporte español sea un mayor número de periodistas especializados, que relaten como merecen las victorias de nuestros atletas y que valoren con rigor y pasión sus gestas, sin desmerecerlas.
Imágen
http://cadenaser.com/ser/2015/03/28/deportes/1427550412_208347.html
Es lamentable y denigrante, por no decirlo de otro modo, el trato de deportes y deportistas, ajenos al futbol profesional, que se hace de los deportes, por parte de los medios de comunicación de tirada nacional.
Nada mas que añadir a lo que has dicho, unicamente que la gran mayoria de las veces y culpa de la sociedad consumista en la que vivimos, incluso los medios informativos buscan mas el «vender» que «la noticia» prueba de ello se demostró en la siguiente entrevista, en el que solo el titular ya da para pensar: http://www.abc.es/deportes/20130814/abci-entrevista-mireia-belmonte1-201308132244.html
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