Agustín Artiles Grijalba –Champi-
2 nadadores de nivel y edad diferente ejecutan un bloque de repeticiones de umbral anaeróbico de 20×100 c/1’30”. El entrenador le pide al que mejor marca tiene que las realice a un ritmo promedio de 1’07” y a su compañero le exige que se pique con él e intente seguir su ritmo, sin tener en cuenta como debiera que sus mejores marcas personales distan varios segundos entre sí y tienen aptitudes diferentes.
En las primeras repeticiones, el nadador con marca más lenta necesita un esfuerzo mayor y consigue a duras penas mantener los tiempos de su colega, pero a medida que van pasando las repeticiones el cansancio aparece y se ve incapaz de mantener el nivel exigido. Los descansos entre estímulos se hacen más cortos y sus tiempos se disparan.
En el ecuador del bloque, no puede más y para de inmediato.
Ojo cuando nuestros nadadores se pican entre ellos en series y repeticiones de resistencia básica, al nivel de umbral sin tener aptitudes similares. Esto provoca que los nadadores más lentos trabajen con un esfuerzo inadecuado, que no corresponde a sus posibilidades y alcance por consiguiente unos niveles de acidez muy elevados e inapropiados
Es cierto que las mejoras rápidas que esto produce en las primeras semanas pueden motivar al nadador y su técnico, pero en mi opinión son irresponsables, sin consistencia y carecen de fundamento, ya que pueden reducir y perjudicar el rendimiento con posterioridad.
Trabajar a diario a velocidades de umbral anaeróbico, o sin el descanso apropiado no es lo más aconsejable si lo que pretendemos es mejorar la resistencia básica de las fibras de contracción lenta, que utilizan más grasas, ya que el glucógeno de los músculos se agota con más rapidez y el cuerpo necesita regenerarse convenientemente.
Lo conveniente es establecer primero una buena base aeróbica a través de un trabajo adecuado de resistencia, aumentar progresivamente y con sumo cuidado la duración de los esfuerzos, reducir los descansos entre repeticiones y cuando tengamos la certeza de que el nadador está preparado, aumentar y ajustar la velocidad de las mismas a las características inherentes de cada deportista, sin que le genere una gran acidosis y le impida lograr un rendimiento sólido y consistente.
Todo ello no significa que los nadadores no deban competir o picarse entre ellos en otros tipos de entrenamiento como el de velocidad, para potenciar su motivación, su espíritu competitivo, las fibras de contracción rápida y de esa manera estimular sus prestaciones.
Bibliografía
Maglisscho. Ernes W. Nataciión. Técnica, entrenamiento y competición. Editorial padiotribo
Imágen
http://nadandosobrelasolas.blogspot.com.es/2015/08/travesia-limpias.html