Agustín Artiles Grijalba -Champi-

Llega el viernes por la noche y tus amigos te incitan una vez más a ir de botellón y entonces piensas que lo más fácil es tirar por la calle de en medio y aceptar tan “generosa oferta”. La verdad es que no sabes cuándo vas a tener una oportunidad similar y después de todo, quien quiere madrugar al día siguiente para ir a entrenar. Sin embargo lo piensas mejor, te vas a descansar y no  acudes a la “fiesta”.

La razón no es que seas un muerto y no te guste divertirte por la noche con tus colegas, ya que como ellos dicen por un día más o menos que no entrenes no pasará nada. El motivo es que te consideras un deportista responsable y tienes muy claro cuáles son tus prioridades y obligaciones con tu club, compañeros de equipo y contigo mismo.

Es tan solo una razón de personalidad e identidad. No lo haces porque consideres que hay dos grupos, los que entrenan y los que se van de juerga a la menor ocasión y tú te encuentras conforme en el lado correcto. Con tu apuesta lo que has hecho no es cambiar la forma de pensar de tus colegas, sino reforzar y mejorar la actitud y  tu parcela deportiva y al hacerlo, fortaleces también la conducta y la natación sale reforzada.

Si algún aspecto de tu deporte no te agrada, implícate en buscar soluciones para reducir o resolver el problema. Si no te gusta lo que ves, no te quedes quieto y esperes a que lo demás modifiquen las circunstancias y encuentren soluciones por ti. Me parece más apropiado que seas tú también el que renueve la actitud y con tu ejemplo estarás ayudando a enriquecer las circunstancias.

“Sé tú el cambio que buscas y si el entorno en que te mueves no te ofrece lo que esperas, preocúpate tú de innovar para motivarlo”

Solo no puedes cambiar el rompecabezas de tu deporte, pero si puedes potenciar el trozo que te corresponde. Esa es la zona en la que eres el jefe y al protegerla e impulsarla sirves de ejemplo, motivación, contagias a las demás y engrandeces el puzzle total que configura la natación

“Es como el entrenador que intenta sacar a uno de sus nadadores del ostracismo y del olvido deportivo en el que se encuentra sumergido en un momento determinado, con paciencia e interés. Ese objetivo por sí solo no solucionará los problemas de la natación, pero si al final lo consigue, lo hará del 100% de ese nadador.”

¿CÓMO PUEDES MEJORAR LA NATACIÓN?

• Con educación y compromiso, cumpliendo con tu responsabilidad y obligaciones como deportista y mostrando el máximo interés por tu rendimiento, los estudios y resultados académicos.
• Con autoexigencia y rigurosidad hacia las normas de conducta y los horarios de entrenamiento
• Con solidaridad, tolerancia y respeto hacia tus socios de aventuras, entrenador y rivales, que comparten contigo similares objetivos y necesidades, favoreciendo de esa manera la convivencia y el trabajo en grupo.
• Ayudando con tu buen ejemplo y actitud positiva a tus compañeros de grupo a ser más eficientes, participativos y responsables
• Sin buscar excusas cuando pierdes, ni culpar de tu actuación a tu entorno más próximo. Nada de malos gestos hacia tu entrenador y adversarios y aprender de esos errores que al final te harán más fuerte.
• Siendo cumplidor y positivo, siempre dispuesto a encontrar soluciones ante las adversidades
• Con empatía y consideración hacia tus rivales cuando están en un momento difícil, humildad en las victorias y entereza en las derrotas porque sabes que son una parte necesaria en tu preparación
• Descansando y cuidando la alimentación. Recuperando  adecuadamente y durmiendo las horas necesarias para lograr un rendimiento óptimo y saludable
• Teniendo claro que ganar o perder forma parte del proceso, que lo mejor no es venirse abajo después de un mal resultado y sí buscar soluciones, siendo conscientes que en la preparación hay siempre altibajos, que hay que insistir y que hasta los mejores nadadores del mundo cometen fallos o tienen malas actuaciones.
• Con tu opinión e inconformismo, expresando tu criterio sobre aquellos aspectos que influyen y afectan a tu deporte, que requieren tu complicidad y refuerzo.

El éxito final es una responsabilidad compartida, debes ser consecuente con tus obligaciones y no dudar en colaborar conjuntamente, repartir cometidos, e incidir en aquellos aspectos necesarios para potenciar las prestaciones y el óptimo funcionamiento de tu deporte favorito.

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