Agustín Artiles Grijalba –Champi–

«Si tenemos 30 nadadores en el grupo tendremos al menos 30 objetivos diferentes en los que trabajar, otras 30 correcciones que hacer y otras tantas conclusiones que decidir para sacar las metas adelante»

Todos los nadadores/as no son iguales y tampoco responden de forma similar al mismo entrenamiento y mucho menos piensan, actúan e interpretan las indicaciones que les hacemos de la misma manera. Tal vez algunos de ellos sean más apasionados y ambiciosos, otros filtrarán en su interior nuestras sugerencias según su nivel deportivo, experiencia, maduración e implicación y otros por el contrario se conformarán con obrar sigilosamente en el silencio de su esfuerzo.

Priorizar las necesidades deportivas de nuestros nadadores teniendo presente sus necesidades personales debe ser el camino correcto. Hay muchos itinerarios para alcanzar el éxito y es competencia nuestra como técnicos buscar el que más nos interese, mejor se adapte a nuestras posibilidades y principalmente a las ilusiones y posibilidades del nadador.

Soy de los que pienso que si en un instante determinado de la temporada me interesa motivar al nadador o al equipo y hacerles comprender que están preparados para competir de tú a tú con los mejores, cuando nunca lo hicieron y para ello necesito planificar un estado de forma óptimo en una cita en concreto, seré flexible e intentaré hacer realidad el objetivo. Aunque se trate de una competición en principio trivial, a pesar de encontrarnos en periodo de máximo volumen de carga, lo haré sin dudarlo, porque así creo que provocaré ilusión y optimismo en ellos y como entrenador me siento  obligado a utilizar todos los recursos válidos  a mi alcance para hacer progresar al grupo y al nadador a través de la oportunidad, el aliento y la confianza.

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