Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Recordar y visionar los éxitos de nadadores españoles que triunfaron un día es hacer introspección y hace que afloren en mi intensas emociones. Reflexionar, rescatar y revivir recuerdos que descansan dormidos, esperando una llamada que les despierte.
Una copa de cava, mirada al horizonte y dejarme llevar.
Llevo muchos años de profesión a mis espaldas y hay cosas que nunca cambian, idénticos argumentos, que se repiten una y otra vez. Día a día, año tras año, que nos dejan en mal lugar, lastran a nuestro deporte , perjudican nuestras opciones y nos identifican.
Que si nuestros nadadores no valen, que si los técnicos no dan la talla, que están acabados y deberían dar paso a otros más jóvenes, que deberían retirarse al cumplir una edad. Esta nadadora, ahora sí vale, mañana, no sirve.
.Destruir, en vez de construir.
Desprecio, crítica, envidia, mal gusto. Siempre la misma, mediocridad, el pan nuestro de cada día. Mientras tanto el tiempo pasa, oportunidades que se esfuman y nos deja cara de tontos.
Soy ENTRENADOR, una pieza más del engranaje. Me gusta mi profesión y me encanta sentir como vibra la natación española. QUIERO tener la opción de Ilusionarme más a menudo, ver ganar a nuestros nadadores. NECESITO PERDER Y APRENDER, que los chicos sientan mi apoyo cuando tengan un mal día, CAMINAR JUNTO A ELLOS después de una desafortunada lesión. Ayudarles a echar un pulso al destino, recuperar el tiempo y aroma perdido.
DESEO que afloren en mi nuevas sensaciones, renovados sentimientos, que cuando vea entrenar y competir a uno de los nuestros haya fiesta en la piscina. Que importen menos los años que pasen y así poder siempre estar orgulloso y agradecido por tanta grandeza.
¿Es eso tan difícil, o es que nos va la marcha?
“Si fuiste un campeón siempre serás un campeón”
-Boris Becker-
La estrella de un campeón no desaparece de la noche a la mañana. Puede que en determinadas ocasiones esa estrella de la que hablo se sienta aturdida e inquieta y haya salido a dar un largo paseo para tomar aire y recuperar autoestima y confianza, esperando que un pequeño guiño del destino, una mano amiga le ayude a reconquistar la grandeza que parecía perdida.
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