Agustín Artiles Grijalba -Champi

La mamá de Forrest Gump siempre decía que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes el que te va a a tocar.

Sin embargo con la natación lo tienes claro, tu rendimiento lo dicta el cronómetro. A mi entender un reloj totalitario  que no entiende de sentimientos y en el que las manecillas se mueven por tus impulsos, por el empuje y el aliento que tu corazón transmita a las brazadas y con un requisito claro, el entreno que no hagas lo pierdes. Cada centésima de segundo representa un día de preparación aprovechado y cada sesión desperdiciada es una ocasión perdida de mover de nuevo la aguja.

Creo sinceramente que todos tenemos un ámbito en el que destacamos, por diminuto que sea, un talento escondido que desea impaciente una oportunidad de salir al exterior y ser aprovechado.

¿Por qué dar entonces un 30% cuando podemos dar el 100%?

Ser el mejor o entrenar en las mejores condiciones de trabajo posible es importante, pero no siempre supone victoria. A veces nadadores con menos recursos y mayor implicación logran triunfos inesperados.

«Si hemos dado tan solo 30 cuando podríamos haber dado 100, no significa que hayamos conseguido 30, hemos perdido 70»

Es triste cuando tienes el talento pero careces del talante, cuando sabes lo que vales pero no quieres demostrarlo, cuando tienes la opción de triunfar e incomprensiblemente la desperdicias, pero sobre todo el día que te arrepientes de no haberlo intentado.

La valía es muy importante, pero de poco sirve si no se ejercita. Las victorias se construyen a diario con sudor y destreza, pero también con la fusión de elementos tan valiosos como el material del que están hechos los sueños, actitud, creatividad y compromiso

«La perfección significa esfuerzo, aptitud y fortaleza mental  para andar el camino más arduo y difícil a ese lugar atrevido y escondido donde los más osados desean ir»

 

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