Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Con el siguiente texto tan solo pretendo describir algunos de los errores más evidentes que cometemos los entrenadores y deportistas, que en mi opinión perjudican el rendimiento y los objetivos.
Descuidos que se producen por multitud de razones. Por desconocimiento del atleta, que no se paró a recapacitar en las posibles consecuencias de algunas de sus decisiones, por una inadecuada o nula información del técnico, que no fue capaz de advertir y aconsejar al deportista como debiera, o sencillamente por dejadez, incapacidad para asumir responsabilidades, estrechez de miras, descuidos, falta de interés, escasez de previsión y múltiples detalles que pueden triar por la borda todo el trabajo de la temporada.
Sería injusto meter a todos los técnicos y deportistas en el mismo saco, nada más lejos de mi intención. Creo sinceramente en la profesionalidad de los técnicos y en la responsabilidad de los atletas, en la dedicación, compromiso y empeño de ambos a la hora de ejercer la actividad que más les apasiona y que cuando vienen mal dadas son capaces de poner buena cara a las adversidades y sacar a relucir al exterior todo el coraje y sabiduría que llevan dentro para superar los contratiempos y lograr el mejor rendimiento.
Autocrítica, mayor diálogo y comunicación entre ambos, prevenir, conocer, eliminar o paliar en lo posible la aparición y las negativas consecuencias que originan estas equivocaciones, debería figurar entre los objetivos principales de la programación y así evitar con ello situaciones como las descritas.
“La derrota o la victoria final es una responsabilidad compartida”
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