Agustín Artiles Grijalba -Champi-
Puedes ser un gran entrenador y que nadie te aguante. Puedes tener los mejores nadadores del mundo y quizá no obtengas el reconocimiento de tus colegas de profesión, pero puedes poseer ambas cosas y gozar del cariño y el respeto de todos.
Decir Wildeboer en nuestra profesión es sinónimo de excelencia, de sabiduría y de categoría humana. No importaba donde se encontrara, si estaba en España, Dinamarca o Australia, si necesitabas aprender, él estaría siempre dispuesto a compartir contigo sus conocimientos.
A menudo recuerdo una de sus conferencias en el que mostraba su admiración por el ídolo de su juventud, Mark Spitz, el nadador que contribuyó con sus 7 medallas en Múnich a motivar su pasión deportiva. También sus recuerdos de juventud, cuando era capaz de pedalear de farola a farola cronometrando el tiempo invertido aguantando la respiración. Así era Paul, un tipo competitivo, un auténtico amigo y un líder de los pies a la cabeza.
Durante meses contuvimos la respiración deseando con todas nuestras fuerzas que todo fuera un mal sueño, que al final saldrías victorioso de nuevo y que nos harías aun más felices de los que habíamos sido a tu lado. Sin embargo la realidad es demasiado cruel y ya no estará más entre nosotros.
Hace tan solo unos meses Paul Wildeboer escribía en facebook un comentario en el que afirmaba que durante toda su vida había intentado hacer lo que creía mejor por el bien de sus nadadores. Reconocía su errores y se disculpaba por ello, pero que lo que le impulsaba era transmitir su optimismo en la lucha diaria con las cosas de la vida. Nos animaba a confiar en nosotros y a disfrutar del talento que todos llevamos dentro y si no sabíamos como hacerlo, buscáramos el apoyo de quien estuviera dispuesto a ayudarnos.
Paul, quiero expresarte mi admiración, respeto y agradecimiento por tus enseñanzas, por tu increíble palmarés deportivo, por tu carisma y sobre todo por el aprecio que te profesan tus nadadores, que lloran tu ausencia, pero que siempre presumirán con orgullo que hayas formado parte esencial de sus vidas. Tu marcha nos deja un vacío y un hueco imposible de cubrir y sin ti la natación no será lo mismo, pero también nos ofrece la oportunidad de mostrarte nuestro agradecimiento y admiración a tus seres queridos.
Wininie, Olaf, Aschwin, la confianza, la generosidad y la perseverancia siempre han guiado vuestras vidas y de alguna manera os corresponderán en el futuro. Sois de los nuestros, tenéis todo nuestro cariño y lo único que os puedo garantizar es que su memoria y legado jamás se perderán en el olvido.
Os envío un fuerte abrazo y toda mi admiración. que estoy convencido que es el de toda la natación española
Reblogueó esto en El Bloc de l'Andreu Llovera.
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